Al final, y después de tantas precauciones, acabó pillándome el famoso virus que todo sabemos que, al finalizar la recuperación, se ha unido a una nueva etapa en mi vida que me tiene algo ocupada. No obstante, quiero continuar con mis recetas en esta ventana al mundo que me brinda el blog.
Ya extrañaba sentarme a escribir los posts y no hay nada mejor que regresar con un desayuno, con toque de receta saludable y homenajeando a una de mis tartas favoritas como es el carrot cake.
No hay nada más americano que unas tortitas para desayunar pero, si esas tortitas son con sabor a carrot cake creo que la tentación es por partida doble. Y, si en lugar de crema de queso las bañamos en ganache de chocolate la propuesta es más que irresistible...son olvidar el toque crunchy de las nueces. Es una receta que no lleva azúcar, ya que la sustituimos por pasta de dátil. Así las hacemos menos calóricas y no tiene azúcares añadidos.
Es una elaboración sencilla y no necesitaréis más que un procesador de alimentos y una sarten. ¿Comenzamos?
Ingredientes:
- 200 grs. harina
- 1 cdta. canela
- 1/2 cdta. clavo
- 1/4 cdta. nuez moscada
- 2 cdtas. levadura química
- 1 pizca sal
- 2 zanahorias medianas
- 200 grs. pasta de dátil eosnutrisolutions
- 1 huevo
- 1 cdta. vainilla
- 250 ml. leche
- 30 grs. nueces + algunas para decorar
- chocolate de cobertura fundido de topping
Preparación:
En primer lugar comenzamos tamizando todos los ingredientes secos. La harina, la levadura y las especias junto a la pizca de sal.
A continuación, pelamos y troceamos las zanahorias. En un procesador de alimentos las trituramos y después añadimos las nueces. Después agregamos el huevo, la pasta de dátil, la vainilla y la leche.
Lo batimos todo muy bien y cuando resulte una mezcla bien homogénea, añadimos los ingredientes secos poco a poco. Integramos bien y vertemos nuestra masa de tortitas en una jarra o recipiente.
Calentamos una sartén con nuez de mantequilla. Disponemos la masa con un cazo. Vuelta y vuelta y decoramos con chocolate y nueces. Enjoy!
Fuente: este post proviene de Fresas con Chocolate, donde puedes consultar el contenido original.
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