La receta que os traigo hoy creo que es de las que repetiré, y mucho, en casa, no solo en la forma en la que os la presento hoy, sino usada en otras preparaciones. Y es que nos hemos enamorado del pesto de calabaza y de lo bien que ha quedado en esta tosta que os traigo, así que no he parado de darle vueltas a qué otros usos podemos darle en casa (de momento, creo que caerá en un plato de pasta).
Cuando estaba buscando ideas para la receta de este mes del Juego de blogueros, en el que los ingredientes más votados fueron la calabaza y las espinacas, mi idea principal era un bocadillo. Nos encantan los bocadillos y tostas en casa y, en cambio, no tengo casi recetas en el blog (seguramente porque la mayoría de veces los improviso y no tengo preparado nada para las fotos). Buscando bocadillos llegué a esta delicia de la que me enamoré al instante. Y decidí adaptarla y convertirla en una tosta.
El resultado nos encantó, aunque finalmente me decidí por eliminar los dátiles de la receta original (no me gustan demasiado y creo que le daban demasiado dulzor al resultado final). Eliminé también el añadido de la piel de naranja al pesto, ya que lo aromatizaba demasiado y acababa sabiendo demasiado a naranja, tapando todos los sabores (eso me pasó en una primera prueba del pesto). Por lo demás, cambié el queso de cabra por uno al pimentón (de vicio) y le añadí las espinacas (con lo que conseguía usar los dos ingredientes del mes).
Añado una pequeña reflexión: no tengo del todo claro que sea adecuado llamarlo pesto, ya que no lleva queso, y no sé si es indispensable para considerarlo así, pero como en la receta original lo llaman pesto, pues así se queda de momento.
Y después de tanto rollo y de una cantidad vergonzosa de paréntesis y acotaciones, vamos con la receta, no sin antes recordaros que al final del post os dejo la lista de mis compañeros de juego para que paséis a ver qué delicias nos han preparado.
Vamos con la receta.
Ingredientes para 4 tostas:
Para el pesto de calabaza:
350 g de calabaza pelada y sin semillas (en este caso, cacahuete)
2 cucharadas de pipas de calabaza peladas naturales
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada de zumo de naranja recién exprimido
tomillo seco al gusto
romero seco al gusto
sal
pimienta negra recién molida
Para la tosta:
4 rebanadas de pan, en este caso, de semillas
queso de cabra curado al pimentón al gusto
hojas de espinacas frescas al gusto
pipas de calabaza
aceite de oliva virgen extra
Preparación del pesto de calabaza:
1.- Asamos la calabaza. Podemos hacerlo de la manera que nos guste más (vapor, microondas, sartén). En este caso seguí las indicaciones de la receta original. Para ello, precalentamos el horno a 200 ºC.
2.- Cortamos la calabaza a dados y la colocamos esparcida en una fuente de horno a la que añadiremos 3 cucharadas de agua. Salpimentamos y horneamos durante unos 20 minutos o hasta que la calabaza esté bien dorada y tierna.
3.- Dejamos templar la calabaza y la pasamos a una jarra o recipiente adecuado para la batidora de mano (o a un procesador de alimentos). Añadimos el resto de ingredientes: pipas de calabaza, zumo de naranja, aceite de oliva, tomillo, romero, sal y pimienta al gusto. Trituramos hasta conseguir una pasta (intentando que mantenga algo de textura, no queremos un puré). Reservamos.
Montaje de la tosta:
1.- Tostamos primero las rebanadas de pan.
2.- Sobre cada rebanada pondremos una buena capa del pesto, espinacas y queso desmenuzado o en lascas (como prefiráis). Terminaremos con unas cuantas pipas más y un hilo de aceite de oliva. Lista para servir.
Y hasta aquí la receta, hiperfácil como comprobaréis pero rica rica.
Y como me han quedado un montón de ganas de ver unas cuantas recetas originales con calabaza y espinacas, me paso a ver a mis compis de reto. Esta es la lista de jugadores de este mes:
Elvira: asisecomeengranada
Carabiru: birulicioso
Fe: codigosecreto280
Maribel: picoteandoideas
Natalia: saboresdenati
Maryjose: tapitasypostres
Sara: unaitalianaenlacocina
¡Que aproveche!