Siempre que hago trufas vuelan…no literalmente, ya me entendéis cuando voy a deleitarme con una ya no quedan más. Pero bueno, no se puede evitar, son un auténtico vicio, es empezar con una ¡y no poder parar!
En otro post ya os puse la receta de trufas de chocolate y tenía muchas ganas de hacerlas de chocolate blanco. El otro día me equivoqué en un pedido y en lugar de pedir pasta de frambuesa pedí, frambuesa liofilizada, ¿Qué es esto? Pues bien son frambuesas completamente secas, se conservan mejor y además hacen más sencilla la elaboración de postres tipo galletas, bizcochos, etc. ya que al no tener agua, no pesan y no se bajan hacia el fondo del dulce.
Pues con el bote de frambuesas liofilizadas en la mano me preguntaba, ¿Qué hago yo con esto? Entonces se me vino a la mente las deliciosas trufas de chocolate blanco, pero esta vez le añadiría frambuesa liofilizada.
Ya no me enrollo más, os dejo la receta:
- 25 gr. de mantequilla sin sal.
? 5 cucharadas de nata (crema de leche) sin montar, directamente del cartón.
? 225 gr. de chocolate blanco.
? 10-12 unidades de frambuesa liofilizada, vienen a ser 4 o 5 gramos.
? Para el acabado voy a usar el crocante de almendras que tanto me gusta.
Lo primero de todo es derretir la mantequilla (a baja temperatura), añadir la nata (crema de leche) y remover bien. Añadimos el chocolate en pedacitos muy pequeños y seguimos removiendo hasta que se tenemos una mezcla homogénea.
Cortamos en trozos muy pequeños la frambuesa liofilizada y la añadimos a la mezcla. Dejamos que se enfríe durante una hora a temperatura ambiente y un rato más en la nevera. La mezcla tiene que estar más bien dura para amasarla mejor luego.
Cogemos porciones pequeñas de la masa y hacemos una bola, la pasamos por un plato lleno de crocante (¿a qué os recuerda a empanar las croquetas? jeje) y ya tenemos nuestras deliciosas trufas de chocolate blanco.
Advertencia: procurad que de el crocante reposen un poco en un plato y no vayan directamente a la boca. Existe peligro de terminar con todas ellas.