Trufas de chocolate blanco y mandarina sin azúcar

¡Hola a todos, queridos amigos!
Hoy voy a enseñaros a hacer unas trufas de chocolate blanco y mandarina sin azúcar. Es un invento que he probado, y que por suerte ha quedado genial. La mandarina que llevan hace que sean más ligeras y les da un toque riquísimo.
Además, al final de la receta os enseño cómo montar un plato precioso con estas trufas, digno de la alta cocina pero fácil de hacer en casa
Ingredientes:

200gr chocolate blanco sin azúcar

50ml nata (crema de leche) para montar

30gr mantequilla light

5gr stevia granulada

100ml zumo de mandarina

La piel de una mandarina

2 hojas de menta fresca
Para la decoración (opcional)

3 mandarinas

1 manzana

Agar agar

Colorante rojo
Pasos a seguir:
1. Ponemos la nata (crema de leche) para montar en un cazo a fuego muy lento, junto con la piel de la mandarina y las hojas de menta. Lo dejaremos infusionar durante 15 minutos, para que la leche adquiera el sabor de la mandarina y la menta. Vamos removiendo para que no se pegue.
2. Retiramos con cuidado la piel y las hojas de menta, y añadimos la mantequilla, removiendo hasta que se funda.

3. Añadimos el chocolate blanco troceado y removemos hasta que se integre bien.
4. Por último, añadimos la stevia y el zumo de mandarina colado (sin pulpa), y removemos a fuego lento durante otros 5-10min, hasta que quede una mezcla espesa y homogénea. Opcionalmente, podéis hacer como yo y añadir un poco de colorante naranja (3 gotas de amarillo+1 gota de rojo).

5. Colocamos la mezcla en un recipiente y la guardamos en la nevera durante por lo menos 4 horas, aunque si lo haces de un día para otro será más fácil de manejar.
6. Cuando la masa ya esté medianamente dura, haremos bolitas con ella, con la ayuda de dos cucharas. Espolvoreamos por encima un poco de “azúcar” glass sin azúcar (os enseñé cómo prepararlo en la receta de azúcar glass sin azúcar), y las guardamos en el congelador durante 4 horas más.

¡Pues ya las tenemos! ¡Listo!

Sugerencia de presentación
Para que quede más bonito a la hora de presentarlas, os propongo algo que me he sacado de la manga y ha quedado genial: servir las trufas de chocolate blanco y mandarina sin azúcar sobre zumo de mandarina y manzana, con decoración de gelatina de manzana.
La verdad es que por el resultado, vale la pena estarse un ratito más en la cocina. Si tienes invitados y presentas este plato como postre, te aseguro que vas a quedar genial!
1. Hacemos zumo con las mandarinas, lo colamos y reservamos.
2. Hacemos zumo con la manzana. La manzana obviamente no se puede exprimir, así que puedes o bien usar una licuadora, o si no tienes licuadora como yo, poner a calentar en un cazo la manzana troceada con un poco de agua, remover hasta que se ablande y el agua coja sabor, y colarla apretando sobre el colador para que salga el zumo. Si ves que tienes poquito, vuelves a añadir un poco de agua al cazo con manzana y repites el proceso. La idea es tener la misma cantidad de zumo de mandarina que de manzana.
3. Añadimos un poco de colorante rojo al zumo de manzana para que sea más vistoso, mezclando bien. Apartamos un poquito de zumo de manzana para la gelatina, y el resto lo mezclamos con el de mandarina.

4. En un cazo o sartén muy pequeñito y a fuego bajo, mezclamos el poco de zumo de manzana que hemos apartado con una pizca de agar agar, hasta que no queden grumitos.
5. Para hacer las esferas a modo de caviar de manzana, llenamos un vaso con agua fría y vamos dejando caer gotas de esta gelatina caliente. El cambio de temperatura hará que cojan la forma. Las primeras te quedarán feas, pero verás como a partir de la tercera o la cuarta le pillas el truco. Y para la gelatina alargada, simplemente cogemos la que nos ha sobrado y la cortamos en tiras con un cuchillo.

6. Montamos el plato poniendo en el fondo un poco de zumo, tres trufas, las bolitas de gelatina de manzana en el centro, y las tiras en el lateral del plato.

Además de que queda muy bonito, la combinación de sabores es exquisita, porque el zumo fresco y la mandarina de las trufas ayudan a compensar lo empalagosas que podrían ser sin ellos. La verdad es que estoy súper contenta de cómo ha quedado el plato, se lo puse como postre a Alex por su cumpleaños, antes del pastel, y le gustó mucho
Espero que os guste a vosotros también, y si os da pereza preparar el plato así siempre podéis dejar las trufas tal cual, que también están riquísimas o echarle imaginación y montar un plato distinto. Contadme, ¿cómo acompañaríais vosotros estas trufas?
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