Como la mayoría del grupo ya conocía Lima íbamos con la idea de simplemente ir a disfrutar de la increíble comida que ofrece esta ciudad. La idea original se cumplió a la perfección, tanto así que ni siquiera nos dimos el tiempo para hacer un poco de turisteo por la ciudad, a menos que ir en la búsqueda de un restaurant o picada sea considerado como turisteo, jaja.
El día viernes, los novios nos llevaron de paseo a conocer el Club Regatas, un lindo Club en Lima que tiene varias playas, canchas para hacer deporte y varios restaurantes entre otras cosas. Lamentablemente el día estaba nublado por lo que los planes de playa no funcionaron y no nos quedó otra que elegir en qué restaurante íbamos a almorzar (que lamentable, no? jaja) Nos sentamos en Embarcadero 41, un restaurante especializado en pescados y mariscos con una linda vista al mar. También tiene sucursales en varios lugares de lima.
Desde que abrí la carta supe que la comida iba a ser deliciosa, ya que en cada página se desplegaban las fotos a todo tamaño y color de los exquisitos platos que ofrecía el lugar.
La decisión no fue fácil, ya que quería probar absolutamente todos los platos, pero finalmente decidimos pedir varios platos fríos: piqueo tres ceviches, ceviche de pescado y pulpo a la crema de rocoto y camarones, tiradito de atún y pulpo a la thai, ceviche en camote frito al panko (mi favorito) y jalea entre otros. Lo acompañamos de unos (cuantos) ricos pisco sour.
Comimos un montón pero de todas maneras pedimos algunos postres para compartir, donde probé el suspiro limeño más rico que he probado en mi vida!
La atención fue extraordinaria, la comida deliciosa y los precios muy buenos. Pero fue la compañía que hizo que el almuerzo fuera perfecto (para mi el mejor del fin de semana).
En la noche un grupo más pequeño fuimos a comer a la famosa sanguchería La Lucha, ubicada en Pasaje Champagnat 139 (tiene otras dos sucursales), donde probamos varios exquisitos sandwiches como El preferido (asado, queso y palta), Chicharrón y La lucha (lomo y queso edam) entre los más destacados. Pan crujiente e ingredientes muy sabrosos, una perfecta combinación para clasificarlo como un buen sandwich!
Como ya les había contando me encanta hacer listas de todo, y tenía una lista de "restaurantes para probar en Lima", y cada vez que leía, escuchaba o me recomendaban algún lugar lo iba anotando en esta lista. Tenía un par de veces escrito "al toke pez" sin saber mucho del lugar (sólo nos dimos cuenta que era una picada cuando lo buscamos por google maps) fuimos en busca de este "recomendado".
Nos alejamos bastante del barrio Miraflores, donde nos estábamos quedando, y recorrimos un par de calles (no muy lindas) hasta que llegamos al lugar. Nos sorprendió encontrarnos con un pequeño local de 2x2 donde no cabía ni una persona más, de hecho había gente parada en la vereda esperando su turno para levar o sentarse en la barra donde solo cabían 6 personas. Así que decidimos pedir "para llevar" y simplemente comer en la calle. La leche de tigre costaba solo 6 soles (2 USD aprox) y era perfecta para "levantar muertos" por su consistencia y sabor ultra picante según los que la probaron. Yo probé un rico y fresco ceviche de pescado por solo 10 soles. Una picada bastante peculiar donde sin duda volvería.
Después de esta rica entrada el resto del grupo nos estaba esperando para almorzar en Panchita, uno de los tantos restaurantes de Gastón Acurio. Pasamos de un extremo a otro, llegando a un imponente y bonito restaurante ubicado en Av. Dos de Mayo 298. Varios pidieron el clásico Lomo Saltado, otros milanesa con pasta y nosotros compartimos un Pollo a la Campesina, todos saborearon sus platos, pero dado los grandes tamaños de éstos pocos pudieron terminarlo.
Lo que más me gusto fue el postre, donde pedimos los clásicos picarones con chancaca, que estaban increíbles.
Si bien los platos eran sabrosos y MUY contundentes los precios eran bastante altos, por lo que mi recomendación es compartir los platos para que no salga tan caro.
En la noche fuimos al lindo matrimonio de nuestros amigos Cynthia y Adolfo, donde bailamos, comimos y gozamos!
El Domingo, para la mitad del grupo nuestro último día, nos recomendaron ir a Pescados Capitales a almorzar. Ubicado en Av. La Mar 1337 (tiene otra sucursal en el barrio San Borja) este increíble restaurante llama la atención desde el primer minuto, donde destacan los espacios abiertos y luminosos con varios ambientes en la terrazas e interior.
Éramos un grupo gigante de aprox 20 personas y a pesar de que el lugar estaba llenisimo nos atendieron muy bien. Los que estábamos cerca pedimos un par de platos para compartir antes de que llegara la comida, donde probamos los Wantanes Capitales (rellenos de ceviche) y un Ceviche Frito, a mi parecer el mejor plato del almuerzo (ni siquiera sé cómo describir lo delicioso que estaba).
Ya que éramos tantos pude ver (y probar algunos) de la variedad de platos que había sobre la mesa. Destaco especialmente la linda presentación de la Causa de Langostinos y el exquisito sabor de el Pez Espada a la Parrilla con risotto de champiñones.
De postre probamos unos exquisitos Rollos de Cheescake de Maracuyá, que estaban casi al nivel de delicia que el ceviche de la entrada, de todas maneras quedó en segundo lugar.
Si bien el lugar no era barato (aprox 40 USD por persona) comimos como los dioses, con un nivel muy superior en atención y calidad de los platos de lo que estamos acostumbrados acá en Chile.
Sin duda un fin de semana increíble lleno de experiencias culinarias, amistad y buena onda.