¡Una combinación que te cautivará con su aroma y exquisito sabor! Prepara esta riquísima pizza casera con base de salsa blanca, champiñones, cebolla y un toque de trufa que seguro te sorprenderá.
¡Amo la pizza! Es una de mis preparaciones favoritas, tanto así que suelo preparar pizza todas las semanas en mi casa (mira la receta de masa para pizza aquí). Y si bien suelo prepararla con base de salsa de tomate, esta versión de pizza blanca queda increíble.Si bien la trufa (un hongo que crece bajo tierra) es un ingrediente muy especial y gourmet que se consigue durante la temporada de otoño-invierno, en otras épocas del año es posible encontrarlo en conserva o en aceite, que para mi gusto es mucho más aromático y sabroso.
Cuando agregas trufa a cualquier preparación es importante añadirlo al final para no matar su aroma. Y como tip debes saber que combina muchísimo mejor (y se aprecia más) cuando va acompañada de salsas blancas y no rojas.
La combinación de champiñones, cebolla y trufa es un combo ganador, por lo que te invito a probarla sobre esta pizza casera que seguro querrás volver a repetir muchas veces.
Para maridar esta pizza te aconsejo acompañar con una copa de pinot noir o una copa de vino blanco que combina increíble.
Revisa la receta de masa para pizza con fotos paso a paso aquí.
Tiempo estimado de preparación: 20 minutos (+ 1 hora de reposo)
Porciones: 1 pizza mediana (2 porciones)
Ingredientes
Para la masa:
200 gr de harina
100 ml de agua tibia
25 ml de aceite de oliva extra virgen
15 gr de levadura fresca (o 5 gr de levadura seca)
4 gr de Sal
Para el relleno:
4 cucharadas (60 ml) de salsa blanca
100 gr de queso mozzarella
6 champinones laminados
¼ de cebolla cortada en juliana
1 cdta de trufa rallada o laminada (alternativa: 10 ml de aceite de trufa)
Paso a paso
En un bol o recipiente agregar la harina y hacer un hueco en medio. Agregar el agua tibia en el centro y agregar la levadura (fresca desmenuzada o en polvo). Luego agregar una pizca de sal y aceite de oliva.
Poco a poco comenzar a remover los ingredientes con las puntas de los dedos (como haciendo pellizcos) desde el centro.
Seguimos removiendo hasta que todos los ingredientes se hayan mezclado y hasta obtener una masa moldeable y que se despegue fácilmente de las manos. Si es necesario agregar un poco más de harina (solo si después de mezclar y amasar levemente no puedes desprender la masa de las manos).
Amasar durante al menos 5 minutos hasta obtener una masa lisa y loigeramente blanda. Dejar reposar en el mismo bol tapada (con un paño) entre 30 minutos (si hace calor) a 1 hora (si hace frío) o hasta que doble su tamaño.
Después del tiempo de reposo, enharinar la superficie de una mesa o de una tabla grande y colocar la masa. Con la ayuda de las manos, amasar levemente y dar forma de pizza (redonda u ovalada) usando los dedos para ir estirando la masa desde el centro hacia afuera (dejando un poco más de masa en los bordes)
Una vez estirada, colocar la masa sobre una bandeja de horno (idealmente con papel mantequilla en la base) y añadir la salsa blanca de base, luego el queso y por encima los champiñones laminados y la cebolla cortada en tiras.
Llevar al horno precalentado a temperatura máxima durante 8 a 10 minutos o hasta que el queso esté derretido y la masa levemente dorada. Colocar bien abajo en el horno para lograr que la base quede crujiente.
Finalmente agregar la trufa rallada por arriba o el aceite de trufa (o ambos si eres un fan de la trufa).
¿Qué te pareció esta receta? ¿Te animas a probar esta combinación la próxima vez que hagas una pizza casera?
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