Hoy ha salido un día gris. No se si más de otoño que de primavera, porque además en vez de ir subiendo la temperatura conforme nos acercábamos al mediodía, lo que ha hecho ha sido ir bajando. Tanto, que ya tengo todas las ventanas de casa cerradas y llevo la chaqueta de andar por casa puesta. Con las ganitas que tengo yo de que llegue el calor de verdad!.
Pero es que estamos en primavera, y es lo que tiene. Seguro que en un par de días volvemos a tener calorcito. Es para entonces cuando tenéis que hacer esta receta. podéis usarla como plato único, porque llena mucho y además es completo.
Ingredientes:
Arroz (1 taza por comensal)
1 bote de tomate triturado natural
3 latitas de atún
1/2 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 cebolla mediana
Mayonesa
2 huevos duros
Olivas
Sal y aceite
Preparación:
Ponemos a cocer el arroz en agua con sal. Ya sabéis que el agua que tenéis que echar a la cazuela para que el arroz quede perfecto es el doble de tazas que las de arroz, más una que echaremos para la cazuela.
Mientras el arroz se cuece vamos haciendo el sofrito. Limpiamos y picamos finos los pimientos y la cebolla. Los ponemos en una sartén con un poco de aceite y dejamos que se pochen. A continuación añadimos el bote de tomate y dejamos que se fría durante unos minutos, agregamos las latas de atún escurridas y "troceadas". Salamos y dejamos en el fuego hasta que el tomate esté hecho.
Cuando el arroz esté hecho, escurrimos si hace falta (con la proporción que hemos puesto de agua casi siempre queda perfecto) y hacemos dos mitades que extenderemos en dos bandejas para que se vaya enfriando. Es mejor que en una de ellas haya algo más de arroz que en la otra, porque será la que nos servirá para tapar la primera tapa y el relleno.
Una vez frío el arroz, en la capa en la que hayamos puesto menos, echamos el sofrito. Cubrimos con la otra capa de arroz y adornamos con mayonesa, olivas, huevo duro, pimientos, cherrys o lo que queráis.
Notas:
Es un plato ideal para los días de verano de mucho calor. Lo podemos dejar preparado de antemano y con un sólo plato tendremos todo hecho. Y si encima dejamos que sean los niños los que lo decoren, se lo comerán mucho más a gusto y aprenderán a hacer cosillas en la cocina.