La semana pasada se celebró en Ifema, en Madrid, la segunda edición de la feria de la fruta y la verdura, conocida como Fruit Attraction. En ella, se establece contacto entre productores y distribuidores del sector, se dan a conocer productos nuevos, se promocionan las frutas, verduras y hortalizas de cada región y de otros países y tienen lugar una serie de conferencias y demostraciones del uso de estos alimentos en la cocina más vanguardista, dentro del especio 'Fruit Fusion'.
Este año he tenido la suerte de poder acceder gracias a unos amigos que tienen una empresa agrícola y me permitieron que les acompañara. La verdad es que me encantó, y he decidido escribir este post para contaros lo que más me ha llamado la atención.
En un stand me dieron a probar un producto nuevo que de momento sólo se vende en Reino Unido (Lovebeetroot.co.uk), pero que se está intentando comercializar en nuestro país. A mí, de momento, me convencieron. Se trata de unas bolas de remolacha pelada, cocida y aderezada con especias y otros alimentos, listas para comer en cualquier momento. Un buen uso, por ejemplo, es para echar en ensaladas.
Además de las frutas propias de nuestras tierras, cada vez se demandan más variedades exóticas. Algunas de ellas se podían ver y probar. Desde el mango o la papaya, cada vez más comunes, hasta la fruta de la pasión, la carambola, la guayaba o el lulo, entre otros muchos. Uno de los que más me llamaron la atención fue la Atemoia o Anón, que de aspecto es como una chirimoya de gran tamaño.
La compañía Kernel, de Murcia, ha sacado al mercado las espirales y los espaguetis de verduras. No se trata de pasta, sino de hortalizas cortadas a modo de esos tipos de pasta que se envasan y se venden tal cual para usar en varios tipos de recetas.
Además de pasearme por expositores y degustaciones, me acerqué a alguna conferencia y demostración. Una que me gustó bastante fue en la que Senén González de Sagartoki daba a conocer las tapas que prepara con láminas de verduras. Por ejemplo, con una lámina de calabaza del tamaño de una servilleta de papel hacía un aperitivo sensacional: enrollaba el papel a modo de cono y, en su interior echaba la tapa.
Sin duda, este tipo de ferias son fabulosas para darse una vuelta si se es aficionado a la cocina, ¿no creéis?