– el chocolate, ese delicioso aroma, sabor y color intenso.
– la tarta de queso, en todas sus versiones, deliciosa, suave, cremosa.
¿Qué surge de esta combinación?
Un postre maravillosamente delicioso.
Una tarta ligera y suave.
Un dulce fresco y vistoso.
Un éxito para triunfar en una cenita con invitados.
Tartas de queso hay muchos tipos, para todos los gustos y ocasiones, y a cada cual más rico y fabuloso. Aquí os contaba algunas de las variedades que podemos elaborar junto con otra receta de tarta de queso.
Hoy os traigo una de las que se elaboran en frío, facilona, y con requesón, que le va a aportar cremosidad y un sabor especial.
Yo la he presentado en vasitos individuales pero podéis hacerla de igual forma en un molde redondo.
Vamos allá.
Ingredientes (para 8 vasos o un molde de 25 cm):
Para la base:
180 g de galletas de chocolate (en mi caso sin gluten, usé las de Noglut, que además son sin azúcar refinado)
70 g de mantequilla
Para la crema:
3 hojas de gelatina neutra
300 g de queso crema
200 g de requesón
250 ml de nata (crema de leche) para montar
5 cucharadas de dulce de leche
1/4 de cucharadita de stevia (la que yo uso endulza mucho, a lo mejor tenéis que añadir más de la vuestra) o 150 g de azúcar
Cacao en polvo para espolvorear
Elaboración:
Derretimos la mantequilla y la ponemos en una picadora junto con las galletas hasta que éstas queden bien trituradas.
Con esta pasta cubrimos la base de los vasitos (o del molde).
Vamos apretando bien con las manos, hasta que quede todo el fondo bien cubierto y prieto.
Llevamos a la nevera y mientras vamos preparando la crema.
Hidratamos las hojas de gelatina (según indique el paquete) y escurrimos bien.
Las disolvemos en unos 30 ml de agua caliente y reservamos.
En el bol de la batidora ponemos todos los ingredientes, el queso crema, el requesón, la nata (crema de leche), el dulce de leche, la stevia (o azúcar) y batimos con las varillas hasta que vemos que la crema va montando un poco (no queda como nata montada (crema de leche), queda menos consistente pero no líquida).
Añadimos poco a poco la gelatina disuelta sin dejar de remover y vertemos la crema sobre las galletas en los vasos (o molde).
Llevamos a la nevera y dejamos que cuaje. Con unas 3 horas será suficiente.
A la hora de servir, espolvoreamos con cacao en polvo ¡Y a disfrutar!
Con esta receta colaboro en el canal Facilísimo, en “Postres con chocolate”.