Prefiero llamarle cheesecake y no tarta de queso precisamente porque es un postre frío. A diferencia de la tarta de queso, este no lleva huevo ni se cocina al horno, simplemente se une todo con gelatina.
El cheesecake de limón: ideal para las Navidades
Se acercan las fiestas navideñas, y aumenta el consumo de limón. No me preguntéis por qué, pero en Navidad os da por el limón, cada año me pasa lo mismo con vosotros jajajajaSupongo que es por eso de que es un cítrico refrescante, y cae bien después de comer de más (porque sí, comes de más en Navidad, reconócelo).
El caso es que soy una bienqueda, digo, me debo a vosotros, y me he puesto a hacer cositas con limón. Además, mi tía es súper fan del limón y sólo come postres con limón, así que me gusta darle el capricho de vez en cuando, ya que en el resto de la familia somos más chocolateros que limoneros.
Facilísimo y con una textura increíble
Así, ha nacido este cheesecake de limón sin azúcar. Sencillo, fresco y ligero. No necesitas horno ni nada complicado, y se hace en un periquete. Eso sí, tienes que tener en cuenta el tiempo de reposo en la nevera. Por eso me encantan los postres así en estas fechas, porque los puedes dejar preparados el día de antes e ir más tranquilita el día de la comilona de turno.Queda con una textura riquísima, cremosito. Da gusto clavarle la cuchara
Cheesecake de limón sin gluten
Al no llevar harina de ningún tipo, ni en la base ni en el relleno, tenemos un cheesecake que, además de sin azúcar, también es sin gluten. Es un postre inclusivo, que me gusta decir a mí, porque sirve para mucha gente y es fácilmente adaptable a necesidades concretas.No obstante, si se lo va a comer una persona celíaca, asegúrate de que todos los ingredientes son sin gluten y que no han sido contaminados ni durante la fabricación ni a través de contaminación cruzada en casa, mientras lo preparas.
Opción vegana o sin lactosa
Para la opción sin lactosa, simplemente busca quesos aptos (Philadephia tiene sin lactosa). Si no encuentras mascarpone sin lactosa, sustitúyelo por más queso crema.Para la opción vegana, puedes sustituir los quesos por yogur de soja, aunque claro, ya no será cheesecake, será yoghourt-cake jajaja. La gelatina se puede sustituir por agar agar, que es de origen vegetal.
¡Juega con la base!
Para hacer la base, yo he utilizado una mezcla de frutos secos que me funciona muy bien. Los aceites naturales que tienen ayudan a ligar y compactar la masa, queda rico de sabor y es más saludable.Ahora bien, tienes más opciones:
Galletas integrales sin azúcar + mantequilla light
Copos de avena integral + moras
Otros frutos secos
Pasar de la base y colocar la mezcla en vasitos
Este cheesecake de limón es súper versátil, ¡échale imaginación!
Y aunque vamos con tiempo, aprovecho para desearos a todos unas súper felices fiestas
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Cheesecake de limón sin azúcar
Plato Postres
Cocina Americana
Dieta Diabética, Sin gluten
Tiempo de preparación 30 minutos
Tiempo de enfriado 4 horas
Raciones 12 personas
Calorías 182.7kcal
Autor Noelia Herrero
Cost 5€
Ingredientes
60 g nueces de california
60 g almendras crudas
60 g avellanas crudas o tostadas
250 g queso mascarpone o queso crema light
150 g queso crema light tipo Philadelphia
200 ml leche evaporada
100 ml zumo de limón natural y colado
20 g sucralosa en polvo o edulcorante al gusto
5 láminas gelatina neutra o 7g de gelatina en polvo
Elaboración paso a paso
Tritura todos los frutos secos en la picadora. Al principio se hará polvito, y poco a poco se compactará al salir los aceites naturales de su interior.Forra un molde desmontable con papel de horno en la base y una tira de acetato en la pared, para que sea más fácil de desmoldar.
Vierte la mezcla de frutos secos sobre la base, repártela y haz presión con una lengua de gato para compactarla. Reserva en la nevera.
Prepara el relleno batiendo los quesos con la leche evaporada (todo bien frío) y el edulcorante.
Hidrata la gelatina en agua fría hasta que esté blandita, escúrrela y disuélvela en el zumo de limón caliente (puedes calentarlo al microondas hasta que empiece a hervir). Deja atemperar.
Cuando se haya templado, vierte el zumo con gelatina sobre la mezcla de quesos e intégralo bien.
Vierte esta masa sobre la base, en el molde, y deja enfriar la tarta en la nevera durante por lo menos 4 horas.
Desmolda con cuidado, ¡y listo!