¿Qué te parece? ¿Pensarías al verla que es un plato de ensaladilla? Si te apetece sorprender a tus comensales, estos son los ingredientes que te van a hacer falta:
400 g de patatas
2 huevos
1/2 cebolla
1 lata de pimiento morrón
50 g de regañás (o algún tipo de pan seco)
300 g de mayonesa casera
1 hoja de gelatina
Sal Ponemos a calentar una cacerola con abundante agua y sal. Cocemos las patatas y los huevos, hasta que al pinchar las patatas se note que están bien cocidas, pero no demasiado blandas.
Machacamos muy bien las regañás, hasta hacerlas migas. Mezclamos con 3 cucharadas de mayonesa hasta tener una pasta. Reservamos en la nevera mientras se cuecen las patatas.
Picamos la cebolla muy pequeña. Pelamos las patatas y los huevos. Lo ponemos todo en un bol y mezclamos con el resto de la mayonesa, machacando todo bien con un tenedor hasta hacer una mezcla homogénea. Reservamos también en la nevera, mientras preparamos la gelatina de pimiento.
Preparamos un aro de emplatar. Ponemos una base de regañás y lo aplastamos bien con una cuchara. Hacemos lo mismo con las patatas y lo nivelamos todo bien para conseguir que todo tenga el aspecto que queremos.
Cogemos la hoja de gelatina y la hidratamos en un poco de agua fría. Pasamos por la batidora el contenido de la lata de pimientos, hasta que esté bien fino. Escurrimos la gelatina y la disolvemos en un poco del caldo de cocción de las patatas, que tiene que estar caliente. Mezclamos con el pimiento batido y ponemos por encima del timbal.
Llevamos a la nevera hasta que la gelatina esté cuajada al menos. En el momento de servir, pasamos la punta de un cuchillo por el molde y llevamos a un plato.
¿Qué te parece? Original, ¿verdad Es una forma sorprendente de servir un aperitivo o un primer plato. Puedes ponerlo en un molde grande o hacer raciones individuales. ¡Espero tus comentarios!
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