¡Os prometemos que en menos de media hora estaréis disfrutando de este manjar untado en pan tostado! Yo lo descubrí en un evento familiar en Cabo de Gata, idílico lugar de Almería. En los entrantes pusieron este untable que yo no sabía muy bien que era, pero al probarlo… me comí yo sola el plato que era para compartir! En fin, fue todo un descubrimiento. Me sorprendió el sutil sabor a ajo que combina perfectamente con las almendras. Desde entonces de vez en cuando en casa hacemos este Ajoblanco, nada que ver con el ajoblanco de otras provincias donde este plato es una sopa fría. ¡Muy apetecible!
Si es ajoblanco… ¿por qué no es blanco? Interesante pregunta, esto es asi por que hemos usado leche de almendra que es un poco amarillenta y además por que no hemos pelado las almendras ya que no tenían la piel amarga como en otras ocasiones y no lo he visto necesario. ¿Cómo pelar las almendras? te lo explicamos un poco más abajo, en notas. Aun así os aseguramos que está igual de bueno!
Ajoblanco de Almería
⌇ Preparación: 15´
◷ Raciones: —
⥯ Dificultad: baja
Ingredientes
2 dientes de ajo
200 gr de almendras peladas
100 gr de pan del día anterior mojado
150 ml de aceite de oliva virgen extra
100 ml de leche
30 ml de vinagre
sal
Receta
Para comenzar mojar el pan, trocearlo y añadirlo en el vaso de la batidora. Añadir los ajos, el aceite, la sal, la leche, el vinagre y triturar durantes unos minutos. Incorporar las almendras y triturar todo nuevamente, hasta que tengamos la textura deseada, yo suelo añadir en este último triturado un poquito de leche, para ayudar a triturar las almendras y por que al final siempre espesa al reposar.
¡Un poquito de pan y a disfrutar!!
Notas:
Nosotras hemos usado leche de almendras, pero podéis poner cualquier tipo de leche ya sea vegetal o de vaca.
Para pelar las almendras es muy fácil tan solo tenemos que escaldarlas. Para ello poner agua a hervir en un cazo, cuando esta esté lista verterla a un bol donde tendremos las almendras con piel. Ahora tendremos que probar cuanto tiempo tendremos que dejarlas en remojo, y esto varirá en función de la frescura de las almendras. El tiempo que deben estar en el agua puede ser de medio minuto si son frescas, hasta 2 minutos si son compradas. Pasados el tiempo, tomar una almendra y ponerla bajo el grifo con agua fría, probar si se pela fácilmente. Si con un simple “pellizco” podemos quitar la piel, es que el tiempo ha sido más que suficiente, coger todas las almendras y ponerlas en un colador bajo el grifo con agua muy fría para cortar la cocción. ¡Y a pelar almendras!
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