La receta de hoy es sencilla a más no poder... y deliciosa a más no poder. Y es que las alcachofas apenas necesitan nada para quedar perfectas. Es una verdura que me encanta... vale, qué verdura no me encanta?! Pero en serio, esta es una favorita, y como más me gustan, como siempre las hemos tomado en casa, son rehogadas. Sin más. Con un poquito de aceite y un ajito y quedan maravillosas. Saben a gloria pura! Así que hoy os traigo esta sencilla receta para que las disfrutéis tanto como yo. Eso sí, son imprescindibles las alcachofas frescas. Si no no es lo mismo. Las de bote o congeladas, no tienen ni punto de comparación. Y sí, hay que pelar, y es un rollo, pero merece la penaaaa!!!! Creedme, cuando las probéis no vais a querer hacer otra cosa que pelar más alcachofas! :)
INGREDIENTES
1,5 kilos de alcahofas frescas (no os puedo dar cantidades. Esta es la cantidad que puse la última vez pero lo hago a ojo. Depende de la gente que coma. Eso sí, tened en cuenta que cunden poco. Se pierde mucho peso al pelar).
Sal
Agua
Aceite de oliva
Ajo
1 Limón
PREPARACIÓN
- Empezamos pelando las alcachofas. Para ello, primero quitamos el tallo y, con la ayuda de un cuchillo (es como yo mejor me apaño), vamos arrancando las hojas hasta llegar a la parte tierna. Lo iréis viendo. Las hojas tiernas tienen un color más claro y se nota claramente que están menos duras.
- Seguidamente cortamos la punta, que también queda siempre algo más dura.
- Partimos cada alcachofa en dos, por la mitad y la untamos con limón por todos lados. Esto se hace para que no se oxiden y se pongan negras.
- Ponemos a hervir agua en la olla exprés y cuando hierba añadimos sal al gusto y echamos las alcachofas. Tapamos, y cuando empiece a salir vapor por la válvula, bajamos un poco el fuego y dejamos cocer 6 minutos si es la olla rápida, el doble si es la olla exprés tradicional.
- Pasado el tiempo retiramos del fuego y dejamos enfriar hasta que salga todo el vapor y se baje la válvula. Entonces abriremos la olla y colaremos las alcachofas.
- Ya solo queda rehogarlas. Para ello calentamos un poco de aceite en la olla limpia y seca y ponemos ajo laminado.
- Cuando el ajo esté dorado, añadimos las alcachofas y movemos con una espátula para que el aceite y el ajo se mezclen bien con toda la verdura. Apagamos y servimos.
- Ya veréis qué ricas quedan. A mí, rehogada es una de las formas en que más me gusta la verdura, y en especial las alcachofas quedan fabulosas. Una delicia!
Qué las disfrutéis! :)
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