Pescado azul
Los nutricionistas recomiendan la ingesta de pescado azul en los meses de más calor. Así, podemos tomar bonito, que se encuentra en plena temporada, caballa, atún o sardinas, mezcladas en ensaladas, fritas, a la plancha o con limón ofreciendo cenas algo más refrescantes. La gran ventaja de esta clase de alimentos es que las grasas omega 3 nos benefician al actuar en el sistema nervioso, además de reducir el colesterol, que suele aumentarse en esta época del año y cuando hacemos excesos alimenticios.
Verduras y hortalizas
Las comidas y cenas de verano deben ser más ligeras. , por lo que las verduras y hortalizas serán estrellas de la temporada al poder hacer desde cremas frías y ricas ensaladas en tan solo un momento. Uno de los beneficios de las verduras es que nos refrescan y nos hidratan por dentro, y son perfectas aliadas para el desgaste de vitaminas y minerales.
Fruta natural
En verano, los helados son ricos y también aportan las vitaminas que necesitamos. Pero parte de estos dulces pueden sustituirse por las frutas naturales. Llevarse a la playa trozos de pera, de piña o de sandía nos refrescarán y también cuentan con los nutrientes necesarios para afrontar un día en el mar o en la montaña. Algunas frutas son necesarias para acabar con la retención de líquidos y las digestiones pesadas que tienen lugar en verano. Para los niños, se recomiendan, especialmente, los plátanos. Son cómodos de comer y aportan hidratos de carbono, potasio y otros minerales.
Siempre agua
El cuerpo es agua y nos va a pedir agua sobre todo en estos meses de mayor calor. Por lo que beber agua se va a convertir en esencial, sustituyendo a otra clase de bebidas que son ricas en gas y azúcar, y no ofrecen nutrientes. Estas bebidas pueden llevar al aumento de peso.
Alimentos básicos de verano
Además de los alimentos vistos anteriormente, la pasta es uno de los mejores ingredientes, además del arroz, los yogures, ciertas legumbres, frutos secos, pavo…