Durante esta época del año hay dos alimentos imprescindibles en todas las cocinas: las setas y las calabazas. Tales alimentos son consistentes y con un gran aporte de nutrientes. Especialmente la calabaza contiene fibra vitamina C, y potasio, siendo muy saludables para nuestro organismo en general. Y además es un alimento versátil en la cocina, pues la encontramos en forma de sopas, cremas, en ensalada, zumos…
En estos meses no pueden faltar los pescados y mariscos. En realidad, es bueno comerlos durante todo el año. Pues aportan vitaminas y minerales para reconstruir el cuerpo, y además son perfectos para reactivar la memoria, algo que todos necesitamos tanto si hacemos exámenes como si trabajamos. El pescado azul, además, se define por el Omega 3, con lo que baja el colesterol malo y protege nuestro corazón.
La cebolla y el ajo están en todas las salsas. Sí, porque suelen ser los condimentos perfectos para una gran cantidad de platos. Cuando nos constipamos, tanto la cebolla como el ajo son constituyentes.
La cebolla, por ejemplo, tiene una gran riqueza, pues contiene minerales y oligoelementos, tales como el calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo y el yodo, además de vitaminas A, B, C y E. Es más, 100 gramos de cebolla nos aportan el 11,5% de la dosis diaria recomendada de vitamina B6. Es buena para las funciones cognitivas y nerviosas.
En una de las épocas donde más resfriados hay no podemos dejar de pasar por alto el limón. Pues contiene mucha vitamina C, que combinado con miel, otro de los superalimentos, resulta un remedio especial para tratar las afecciones respiratorias. También debemos hablar de las frutas, como las de temporada, naranjas, mandarinas y las manzanas, que las encontramos siempre y contienen un sinfín de beneficios para el cuerpo.
Fuente: este post proviene de El blog del Mar, donde puedes consultar el contenido original.
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