Para ello nada mejor que alimentarnos correctamente con alimentos ricos en calcio, que entre sus principales funciones, destaca el fortalecimiento de huesos y el aporte de más vitalidad.
Marisco
En verano, mejor que nunca, se come marisco. Y lo hemos de pedir de calidad para que realmente sea fresco y bueno. Los mariscos son ricos en diversidad de vitaminas y minerales, como por ejemplo, el calcio. Concretamente, langostinos, las gambas y las cigalas son los mariscos que llevan más cantidad de calcio.
Pescados azules
Los pescados azules son ricos en ácidos grasos Omega 3 y también presentan vitaminas y minerales. El pescado azul también lleva calcio y por esto es tan recomendable para mayores y pequeños, especialmente cuando están en etapa de crecimiento. Las sardinas, por ejemplo, contienen un 32% de calcio. Pero no son los únicos pescados con buen aporte de calcio, también podemos nombrar la trucha, los boquerones o el salmón. Son pescados populares que encuentran en muchos lugares y fáciles de cocinar.
Frutos secos
Otros alimentos, más allá de los pescados y mariscos que comeremos este verano, que llevan calcio son los frutos secos. Estos alimentos son buenos durante todo el año, y en los meses estivales permiten sustituir las tentaciones que tenemos a mano. Lo mejor es que si un día nos pasamos con las tapas, al día siguiente podamos comer una enorme ensalada y frutos secos. Entre los frutos que más calcio llevan destaca la almendra y la nuez.
Lácteos
Entre los alimentos que más calcio tienen están los lácteos. Es decir, la leche, el yogur o el queso. De hecho, la leche es altamente recomendable en todas las etapas de la vida, y por ello se suele dar a los niños. Un consejo para que los lácteos no se nos agrien en verano es dejarlos bien cerrados en la nevera en una temperatura adecuada y no sacarlos antes de tiempo.