Es un plato completo y contundente, y sin ser de cuchara (es un arroz seco), creo que es más adecuado para las estaciones frías, aunque se puede comer todo el año.
Ingredientes
200 g de arroz bomba
600 ml de caldo
2 morcillas de cebolla
1 patata
100 g de bacon en un trozo
2 tomates maduros
1 cabeza de ajos
100 g de garbanzos cocidos
unas hebras de azafrán
sal
aceite de oliva
Para dos personas
Preparación
Preparar y tener a mano los ingredientes.
Pelar y cortar las patatas en bastones gruesos.
Cortar por la mitad la cabeza de ajos (para esta cantidad usaremos la mitad).
Cortar el bacon en trozos.
En una cazuela al fuego poner a calentar tres o cuatro cucharadas de aceite. Una vez caliente freír el bacon hasta que esté tostado, sacarlo y reservar. Tostar un poco los ajos y cuando empiecen a tomar color retirarlos y reservar.
Freír ligeramente las patatas, sacarlas y reservar.
Cortar los tomates por la mitad, deben ser tomates maduros pero que no estén blandos, sofreírlos procurando que no se deshagan y una vez tostados por las dos caras, sacarlos y reservar.
Escurrir bien los garbanzos y saltearlos un poco. Tostar ligeramente las morcillas, procurando que no se rompan, reservar.
Calentar el horno a 200º.
Calentar el caldo (puede ser de ave, vegetal, ... incluso agua).
Si ha quedado demasiado aceite en la cazuela dejar sólo un poco, para que el arroz no quede aceitoso. Añadir el arroz y anacararlo, que pierda el color blanco pero que no se tueste. Tostar en un lado las hebras de azafrán. A continuación añadir el caldo y sazonar, remover para que todo se mezcle bien.
Una vez rompa a hervir repartir los garbanzos, las patatas y el bacon por toda la superficie del arroz. Colocar la cabeza de ajos en el centro, y repartir los tomates y las morcillas por alrededor.
Cuando recupere el hervor poner la cazuela al horno. Ajustar la temperatura para que no deje de hervir ligeramente.
Tarda unos 20-30 minutos en cocerse, cuando no quede caldo está a punto. Si es necesario podemos darle un golpe de gratinador unos minutos para que quede más tostado (esto va a gustos).
Sacar la cazuela del horno y dejar reposar durante 5 minutos antes de servir.
Emplatar el arroz acompañado de los tomates y la morcilla. En casa nos gusta comerlo troceándolo y mezclándolo todo.