La verdad es que viendo el panorama que tenemos a nuestro alrededor no sé ni como tenemos ganas de celebrar las navidades. Por mucho que se intente ver el lado positivo o hasta gracioso de la vida, a veces no se logra porque la realidad es demasiado dura.
Cuando yo era niña, allá por los años 60, la vida era bastante diferente. A diferencia de las últimas generaciones, crecimos siendo conscientes de que no había dinero para todo, que había que esperar a los cumpleaños o navidades para tener regalos o que era muy difícil por no decir imposible que tus padres te llevaran nunca de vacaciones al caribe o a los fiordos noruegos. A pesar de eso, jamás vi a nadie tener que buscar comida en la basura como nos hemos acostumbrado a ver todos los días. Para colmo nos suben la luz, y eso va a dar la puntilla a muchas familias que lo están pasando ya demasiado mal, encima en pleno invierno. Pues nada, sólo tres millones de familias no pueden calentar su vivienda, cuatro gatos...
La crisis ya nos ha enseñado algunas cosas buenas, a nuestro pesar desde luego, por ejemplo a volver a pensar tantas veces como sea necesario cómo gastar el dinero. Hay muchas cosas que hemos dejado de comprar que antes nos parecían imprescindibles, lo malo es que cada vez quitamos más cosas. Hace años la gente compraba angulas (las de verdad) en Navidad, porque un día es un día... hasta que se pusieron a 1.200? el kilo, que ya no los gana mucha gente hoy en día. Y la gente las compraba! Por eso me da tanta pena ver ese anuncio en que una madre le da a su hija un bocadillo "mágico" de pan con pan... ya sabéis a cuál me refiero. ¿De verdad es el mismo país?
Hoy me ha salido una entrada bastante deprimente, lo siento, pero está feo hacer como que no pasa nada, y aunque siempre intento que me leáis con una sonrisa, la Navidad está al caer y va a ser muy dura para muchas familias, sólo espero que puedan pasarla lo mejor posible.
La receta de hoy puede venir bien para estas fiestas porque sale muy bien de precio. Por supuesto los langostinos son congelados (8,90?/kg),y con un poco de arroz y unas verduritas, podemos tener un plato riquísimo.
Ingredientes:
- 500 gr. de langostinos congelados
- 1 puerro
- 1/2 pimiento verde
- 1/2 pimiento rojo
- 1 tomate maduro
- 1 tacita de arroz por persona (tamaño café solo)
- aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. Quitamos las cabezas y cáscaras de los langostinos (descongelados) y los desvenamos. Los ponemos en una cazuela y los cubrimos con agua y un poco de sal para hacer un caldo. Lo dejaremos unos 20-30 minutos y lo iremos desespumando para que quede lo más clarito posible.
2. En otra cazuela ponemos a sofreír en un poco de aceite de oliva todas las verduras picaditas.
3. Cuando la cebolla esté transparente rallamos el tomate y sazonamos todas las verduras.
4. Añadimos el arroz y lo sofreímos unos minutos.
5. Vamos añadiendo el caldo de los langostinos, que se haga a fuego lento. Si vemos que se va quedando seco añadimos más caldo.
6. Comprobamos que el arroz está casi hecho, pero no del todo porque se nos pasaría, y echamos las colas de langostinos que teníamos reservadas. Se harán enseguida, así que apagamos el fuego en cuanto estén y dejamos que repose todo junto un par de minutos.
Espolvoreamos los platos con un poco de perejil picado y servimos enseguida.
Espero que os haya gustado.
¡Hasta mañana!
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