Harina, mantequilla, nata (crema de leche)... La bechamel no es una salsa para tomarla todos los días, pero, ¿y si te digo que tengo una versión ligerísima y muy fácil de hacer? Pues no tengo una, tengo dos. Esta de calabacín, idea que me dio mi amiga María, y otra de coliflor, que compartiré con vosotros muy pronto.
Aprox. 300 g de carne de calabacín (el interior de 2-3 calabacines, según el tamaño)
2-3 quesitos ligeros
100 ml de leche desnatada
1/2 cebolla
Nuez moscada al gusto
1 cucharadita de aceite de oliva
Pimienta negra
Sal marina
La preparación:
1. Pelamos y troceamos los calabacines. O bien, si queremos aprovecharlo todo, vaciamos los calabacines (sin pelar) con cuidado, reservamos la carne y aprovechamos la carcasa para hacer calabacines rellenos.
2. En una cazuela calentamos la cucharadita de aceite de oliva y ponemos a pochar (a fuego lento-medio y tapado) la cebolla picada.
3. Cuando la cebolla esté tierna, añadimos la carne del calabacín troceada, volvemos a tapar y dejamos cocer durante 10 minutos a fuego medio.
4. Incorporamos la leche, la nuez moscada, la pimienta y algo de sal. Tapamos de nuevo y cocemos a fuego medio durante otros 15 minutos.
5. Los quesitos los añadiremos al final, cuando falte 1 minuto para apagar el fuego. No queremos que se derritan, sino que den la consistencia.
6. Ahora batimos, rectificamos de especias si hace falta y la dejamos enfriar un poco para que vaya espesando.
¡Buen provecho!
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Bergua*