Cuando una amiga me habló del #BeefeaterXO y me dijo de ir, no me convenció del todo. Pensé, Seguro que es ir a ver un espectáculo y beber un gin-tonic con algún ingrediente diferente. Como bien dice el cartel, es un viaje de sabores y olores. No solo merece la pena el poder probar varias creaciones de este genio, sino que estoy pensando en volver.
Nada más entrar te dan una máscara que no podrás quitarte durante los 50 minutos que dura la experiencia. La idea es olvidarte del exterior y centrarte en los sabores y olores de lo que estas degustando.
Entras en grupo a una sala donde una bella señorita te indica las normas y las cosas que vas a disfrutar. Es fácil, haz lo que quieras durante 50 minutos y no saques fotos.
Foto de @AgendaDeOcioMAD
Durante 50 minutos tienes disponibles 7 salas para ir donde quieras: Londres, Nueva York, Bangkok, Bombay, Venecia y una especial Sala de despiece.
Aunque te lo advierten al principio, yo lo recalco. No da tiempo a probarlo todo, es imposible. De hecho estoy segura que está así aposta. En cada sala hay para probar 2 cocktails: 14 cocktails - 50 minutos. Lo mejor es dejarte llevar y a lo que te de tiempo pero sobre todo disfrutarlo. Si vas a cuantos más pruebes mejor, no terminarás de degustar las maravillas que te ofrece este espectáculo diseñado por el tres estrellas Michelín.
Yo llegué a probar 5 cocktails y un perrito caliente. Y salí más que satisfecha, y como he dicho antes, estoy pensando en volver la semana que viene, porque me quedé con ganas de más. Probé los dos cocktails de Venecia, los dos cocktails y el perrito de Bangkok y uno de la sala de despiece.
Uno de los grandes éxitos son los barman: amables, sonrientes y deseando contarte todo lo que vas a probar incluyendo los matices y las inspiraciones de Dabiz (como ellos le llaman). Además muy pacientes con todas mis preguntas :)
Cuando entras en Venecia, hay una música apacible de una chica tocando el Chelo en directo con dos sirenas en las rocas del mar apuntándote con su haz de luz. Además todo el techo esta lleno de rosas que jugarán un papel importante a la hora de probar uno de los cocktails. El primer cocktail es como un primer plato, huele a mar y sabe a trufa con un punto dulce, un sabor que no has probado jamás. El segundo es como un jardín de violetas, el amable camarero te prepara en una gigantesca copa con gin (como todos), violetas, cerveza de jengibre y aroma de jazmín. Pero este tiene procedimiento, una vez que bebes un poco tienes que coger un botecito que cuelga de las rosas del techo y beberlo después. No hay palabras. Y si además le sumas que mientras me lo tomaba una de las sirenas me estaba dando un pequeño masaje en la cabeza y con la música del chelo de fondo... placer máximo.
He de decir que a mi todos los cocktails me picaban un poco, aunque por lo que oía de los comentarios de la gente alrededor, no le pasaba a todo el mundo. Yo uso picante en la mitad de mis platos, así que yo, encantada.
Pasamos a una especie de Sala de Despiece, como describirlo... es incomoda. Estoy segura de que es la intención total, una sala alicatada con azulejos blancos y llena de sangre por la paredes, el barman no habla, el de seguridad mirando una televisión pringada de sangre y chistándote si subes el tono de la voz... es incomoda y agobia, misión cumplida. Te dan un vaso con forma de corazón y a beber, es color sangre, pica y es extra dulce.
Cuando entras a Bangkok ves una gran figura del dios Vishnú. Aquí entré con especial ilusión, ya que este Agosto me voy 15 días allí de luna de miel y me estoy informando mucho sobre su gastronomía. El primer cocktail es un DIY: te ponen medio coco con huevas de pez volador, setas de agua, gin,... y luego alrededor 3 vasitos con 3 cremas de lima kefir, cilantro y el tercero no me acuerdo (muchos ingredientes para mi cabeza :( ). La idea es que bebas un poco del cocktail del coco y vayas probando cada uno de los vasitos. Mi preferido fue con el de lima. El segundo cocktail es más visual que otra cosa: como te explica el barman, Dabiz siempre mezcla lo que aprender de otros países con ideas suyas propias españolas, en este caso este cocktail llevaba ademas de curry, lemongrass, jengibre... un poco de azafrán manchego. Aquí me costó más distinguir los sabores, pero estaba igualmente buenísimo. Aquí también, justo antes de que sonara la música para avisar de que todo se acababa, mis amigos consiguieron pedirme un perrito caliente, que llevaba cacahuete, camarones y hojas de albahaca fresca, estaba bueno a la par que raro por la mezcla de carne y camarón.
Al final te conducen a Ítaca, una sala con música más comercial, luces rosas en la cual ya te puedes quedar el tiempo que quieras. Al fondo de la sala te invitan a un cocktail con sabor a fresa y fresquito (este no pica). Además te puedes quedar haciéndote fotos, incluso si quieres puedes seguir probando más cocktails, eso si, esta vez pagando 10€ por cada uno.
Con mis amigos en Ítaca
Me quedé con muchas ganas de probar el resto de cocktails. Es posible que vuelva la semana que viene. Por lo que cuesta está mas que compensado. Pruebas muchas creaciones de este genio de la cocina a precio de bolsillo.
PRECIO: 35€.
DURACIÓN: 50 minutos.
LUGAR: Palacio de Gaviria, Calle del Arenal, 9, 28013 Madrid.
HASTA: 12 Junio 2016.
¡Qué aproveche! Smacznego! Bon appétit! Enjoy it!