De los 4 roscones que había preparado en Reyes uno de ellos iba relleno de nata (crema de leche), el que le regalamos a nuestro vecino Gabriel, por cierto les gustó mucho, me había quedado sin ella y al final me la tuvo que traer Alba del trabajo, pero claro me trajo dos litros de nata (crema de leche) y como es una cosa que no se puede dejar mucho tiempo abierta tengo que darle salida lo antes posible, andaba buscando ideas cuando encontré esta ?Bica blanca de Laza? en De Rechupete, me iba que ni pintada porque también tenía claras sobrantes, la única dificultad que tiene es montar todo muy bien, y cuidar de que al integrar la harina no se baje la mezcla.
Personalmente me ha parecido una autentica delicia, es sabrosa y delicada, pero en cuestión de gustos cada uno diferente, pero si un día tenéis claras sobrantes merece la pena probarla, la he preparado tal cual estaba en la receta, pero la próxima vez le pondré menos azúcar por encima, por lo demás estaba muy, pero que muy buena.
Para hacerla necesitamos:
8 claras de huevo (240 gramos es lo que yo puse)
350 gramos de harina
350 ml de nata (crema de leche) para montar 35% MG
400 gramos de azúcar, yo lo puse glas (pero hecho en casa con un molinillo)
50 gramos de azúcar para la costra (mejor un poco menos)
Lo primero que haremos es montar la nata (crema de leche), una vez que la tengamos montada la reservamos en la nevera.
Las claras las tendremos en la nevera hasta el momento de montarlas, para ello usaremos la varillas, cuando las claras ya estén montadas iremos añadiendo poco a poco el azúcar, teniendo cuidado de que no se bajen las mismas.
Tamizamos la harina un par de veces con un colador y la vamos incorporando a las claras o bien a mano con movimientos envolventes para que no se baje o con la maquina a velocidad muy baja, cuando la harina esté integrada procedemos a hacer lo mismo con la nata (crema de leche), esta vez ya lo haremos a mano con la ayuda de una lengua de cocina y con movimientos envolventes hasta que esté completamente integrada.
Engrasamos un molde rectangular de aproximadamente 32 x 22 cm, lo forramos con papel de horno y vertemos la mezcla, alisamos un poco la superficie y cubrimos con el azúcar para que nos quede una costra crujiente.
Tendremos el horno ya precalentado a 180º C al menos durante unos 10 minutos antes de poner la bica dentro, calor por arriba y por abajo, ponemos en el horno unos 40-45 minutos dependiendo un poco de cada horno, la mía estaba lista a los 40 minutos, dejamos enfriar completamente antes de degustar.