Esto de hacer "turismo bloguero" tiene un gran peligro.
Y sobre todo si la temática es de cocina, claro, porque si el blog es de manualidades a lo máximo que te puedes arriesgar es a que te salga una bandeja de decoupage con la flor mal puesta o te pellizques un dedo con los alicates, mientras engarzas un collar.
En los blogs de cocina, se ve unas recetas estupendas, cada día vas engrosando la lista de "Pendientes" y aunque es interminable, de forma casi compulsiva no puedes dejar de anotar y anotar. Desde luego, ya tengo asumido que si no me reencarno, va a ser imposible hacer todas las recetas.
Y el peligro viene, porque nuestro cuerpo se resiente a lo ancho. Empiezas a tener muchas más curvas, de la silla de escritorio pasas a un sillón, de utilizar cremallera pasas a utilizar cinturilla elástica, y a dejar un botón más abierto de la camisa porque parece que encogió con el último lavado.
Pero tranquilos, que aquí os traigo la solución. Ahora es cuando os colocáis mejor en el asiento, y prestáis atención ¿verdad? pues lo digo ya. Hay que hacer las recetas más pequeñas.
¡¡¡YA LO HE DICHO!!!!.
Esta solución tan original y estupenda se fraguó de la siguiente forma. El otro día mientras iba paseando por la red, me encontré con este bizcocho y me enamoré, así que pensé: . . . .si utilizo las mismas cantidades va a salir un señor bizcocho, así que saqué los vasitos de pin&pon que tengo en la cocina que son más pequeños que los del yogur, me hice el bizcocho, lo repartí, por aquello de que los demás también tienen que engordar, no voy a ser yo siempre ¿verdad? y me dí un capricho en la merienda, mi subconsciente se quedó tranquilo con la dosis de dulce y como no sobró nada, no hubo necesidad de ir a la cocina a darse paseos tontos de visita al mueble.
¿No os parece una buena solución? Ahora es cuando oigo los aplausos. . . . o los tomatazos.
**En la receta original, se utiliza azúcar, pero yo la sustituí por el sirope de agave.
**Las pasas no estaban, pero me pareció que combinarían estupendamente.
Batimos el huevo hasta que espume, le añadimos el sirope y seguimos batiendo.
Después viene el aceite y la leche.
Vamos añadiendo todos los ingredientes secos poco a poco y mezclando despacio para que se integren en la mezcla.
Encendemos el horno a 180º para precalentarlo.
En un molde cuadrado, colocamos papel de horno, previamente mojado bajo el grifo para que lo podamos acomodar mejor. Vertemos la mezcla.
Llevamos al horno 20 minutos, posición media y calor arriba y abajo.
Dejamos templar dentro del molde.
En el micro, calentamos en un vaso el agua con el sirope para hacer el "almibar". Si haces el almibar con azúcar, basta con utilizar la misma cantidad de agua y azúcar, dejar hervir hasta que ésta se disuelva.
Una vez frío, con un palillo de pinchito, agujereamos la superficie, y con una cuchara sopera vamos bañando el bizcocho.
Espolvoreamos el coco por encima.
Dentro del molde, lo troceamos, con un cuchillo bien afilado, pues es tremendamente blando.
Y listo para servir y disfrutarlo.
La receta la encontré en este blog: HECHO EN CASA al que conocí el otro día, como no podía ser de otra forma, haciendo "turismo bloguero". Tiene cosas bien ricas y allí podéis ver la receta original.
Y eso es todo amigos, hasta la semana que viene.
Sean felices o al menos inténtelo !!!!