Su sabor es muy suave, dulce y es una excelente opción, para tener un postre saludable.
Ingredientes: molde
1 calabacín de 250 gr
5 nueces peladas y picadas, en trocitos pequeños
2 cucharadas soperas de pasas de corinto
180g de azúcar
100g de harina de trigo
80g harina de maíz
3 huevos L
100g de mantequilla
1 cucharadita de canela
Ralladura de un limón
1 sobre de levadura
1 pizca de sal
Azúcar glass para decorar
1 vasito de vino dulce (Moscatel)
Preparación
Empezaremos precalentando el horno a unos 180º.
Pondremos a macerar las pasas con el vino dulce.
Pondremos la mantequilla al baño maría, para deshacerla con el calor que nos quede en el cazo, removeremos y la terminaremos de deshacer fuera del fuego.
Lavaremos y rallaremos en grueso, el calabacín sin pelar, desechando las puntas o extremos.
Pondremos en un bol los huevos con el azúcar y la ralladura de limón y batiremos con varillas de mano.
Añadiremos poco a poco las harinas y la levadura, previamente tamizadas, junto con la canela, y la pizca de sal e iremos removiendo, para que se vayan integrando e incorporaremos la mantequilla y removeremos todo bien.
Una vez esté todo bien integrado, agregaremos el calabacín rallado y las nueces. Removeremos, para que se mezclen con el resto de ingredientes.
Pondremos la mezcla resultante en un molde desmoldable, previamente engrasado.
Repartiremos por encima de la mezcla las pasas, previamente coladas y secadas y removemos un poquito el molde, para que queden bien integradas en la masa.
Dejaremos en el horno, durante aproximadamente 30 minutos, pasado este tiempo, comprobaremos con la ayuda de un palillo o un cuchillo, si el bizcocho está hecho por el interior.
Una vez el bizcocho esté cocido, apagaremos el horno y lo dejaremos en su interior 10 minutos más.
Siempre el tiempo de horneado dependerá de vuestro horno.
Lo retiraremos del horno y lo dejaremos enfriar sobre una rejilla.
En el momento de servir, lo decoraremos con azúcar glas por encima o con lo que más os guste.