INGREDIENTES
250 gr de calabacín (con su piel)100 grs de harina integral
100 grs de harina de trigo1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de levadura química
180 grs de azúcar moreno
La piel de 1 limón
10-15 gr de jengibre fresco (o en polvo)
3 huevos
1 yogur natural
50 grs de almendra molida
100 grs de aceite de girasol
Sal y mantequilla (para el molde)
Tiempo: 50-60 minutos
Una receta fantástica extraída de las sabias y creativas manos de +Rosa Ardá (Velocidad Cuchara) y que sin duda servirá para colmar los paladares más golosos, con un punto de novedad: el calabacín. La receta deja el trabajo sucio a la Thermomix pero bien sabéis que a falta de ella, podéis aplicar los mismos pasos con batidora, o trituradora, y paciencia. Silencio...se cocina.
Actores en escena
El reparto al completo
En el vaso de la Thermomix echamos las dos harinas, una pizca de sal, la levadura y el bicarbonato. Lo mezclaremos 5 segundos Velocidad 5. Sacamos y reservamos.
Troceamos el calabacín y lo echamos en el vaso. Terminamos de picar 2-3 segundos en Velocidad 5. Sacamos y reservamos por otro lado.
Volvemos al vaso y añadimos el azúcar, la piel de un limón bien rallada (sólo la parte amarilla) y el jengibre. Si es fresco bien, pero podéis tirar del condimento en polvo, no hay problema. Lo mezclamos todo 10 segundos Velocidad 9.
Añadimos los huevos, el yogur, la almendra molida (o coco rallado, o avellanas molidas... dejaos llevar) y el aceite (de girasol o de oliva, al gusto) Mezclamos todo 1 minuto a Velocidad 6.
Incorporamos de vuelta la harina y se mezcla 5 segundos más Velocidad 3. Terminamos por añadir el calabacín supertroceado y acabamos de mezclar con la espátula.
Horno: el último rodaje
Precalentamos el horno a 180º-200º (cada horno un mundo) y untamos un molde tipo Plum Cake con mantequilla o aceite.
Vertemos toda la mezcla en el molde y lo metemos en el horno unos 50 minutos. Habrá que ir vigilando que no se nos pase ni se nos quede crudo. TRUCO DE TODA LA VIDA: Introducir una brocheta y si sale limpia es que ya está listo.
Sacamos con cuidado de no abrasarnos las manos (nunca nos interesa esa opción) y dejamos enfriar. Desmoldamos y vamos sacando tajadas para el beneplácito de los comensales.
¡Que aproveche, hitchcookianos!