Uno de los productos estrella del otoño e invierno, es la calabaza. Más allá de Halloween, Samaín o difuntos, preparar postres con calabaza es una opción estupenda para aprovechar los productos de temporada. Hoy os dejo la receta de un bizcocho de calabaza y canela. Se trata de un dulce perfecto para desayunos y meriendas, muy esponjoso, con una miga húmeda muy buena y con un sabor riquísimo.
Si quisiéramos especiar un poco este bizcocho, podríamos añadirle clavo y nuez moscada. Son especias que le van perfectamente y aportarán un aroma y sabor más intenso. Esta receta, añadiendo sólo canela, nos da un sabor más delicado y suave, perfecto para peques y no tan peques. Os animo a que empleéis este fantástico producto para cocinar, ya sean purés de calabaza o cremas con algún toque diferente como curry, o dulces de todo tipo, son acierto seguro.
¡Ah! si os estáis preguntando si sabe a calabaza, la respuesta es no. Ahora bien, si lo que queréis saber es si está bueno, sólo puedo decir que está buenísimo.
RACIONES: 12
DIFICULTAD: baja
TIEMPO: 1 hora
BIZCOCHO DE CALABAZA Y CANELA:
300 gr. CALABAZA
300 gr. HARINA TRIGO
200 gr. AZÚCAR
100 gr. MANTEQUILLA
4 HUEVOS L
15 gr. LEVADURA
1 cdita. CANELA EN POLVO
1 PIZCA DE SAL
1.- Pelamos la calabaza y le retiramos las pepitas y los filamentos internos que pueda tener. Tenemos que conseguir 300 gr. de calabaza limpia. Troceamos e introducimos la calabaza en una cazuela y la cubrimos de agua. Cocemos la calabaza unos 30 minutos, hasta que esté blandita. Escurrimos el agua de la cocción y dejamos la calabaza en un escurridor mientras se enfría para que vaya eliminando el agua que haya retenido.
2.- En un bol agregamos los huevos con el azúcar y batimos hasta conseguir una crema espumosa y blanquecina.
3.- Derretimos la mantequilla y, una vez que se haya templado, la añadimos a los huevos. Mezclamos bien para que se integren los ingredientes.
4.- Aplastamos la calabaza con un tenedor hasta que nos quede un puré y lo añadimos a la mezcla anterior. Mezclamos bien con unas varillas.
5.- En un bol mezclamos la harina con la levadura, la canela y la pizca de sal. Incorporamos estos ingredientes secos, tamidándolos, a la mezcla de los líquidos y mezclamos, con movimientos envolventes, hasta conseguir una crema homogénea.
6.- Untamos con mantequilla un molde y lo forramos con papel de horno. Así nos aseguramos que no se pegue a las paredes y nos resultará muy fácil el desmoldado. Vertemos la mezcla en el molde y, con el horno previamente caliente a 180º C, horneamos el bizcocho durante 45 minutos, con calor por arriba y por abajo, sin ventilador.
7.- comprobamos que el bizcocho esté listo antes de retirarlo del horno, pinchándolo con la punta de un cuchillo. si sale limpia estará el bizcocho perfecto. Si vemos que es necesario podríamos dejarlo 5 minutos más.
8.- Retiramos el molde del horno y lo dejamos 15 minutos sobre una rejilla antes de desmoldar el bizcocho. Desmoldamos el bizcocho con cuidado y esperamos a que se enfríe sobre la rejilla antes de disfrutarlo.