El viernes pasado vino la otra mamá con la niña a casa para escribir las invitaciones, y como no, hice un bizcocho para endulzar el momento. Isabel y Gorka no comieron, pero a Mª José (la mamá) le encantó y se llevó un buen trozo para su casa para que lo probaran su marido y su hijo...
Ingredientes:
Para el caramelo:
400g azúcar
120ml de agua
240ml de agua Para el bizcocho:
140g de mantequilla
200g de azúcar
1/2 cucharadita de sal
80g del caramelo que hemos hecho
2 huevos
250g harina
1/2 cucharadita de levadura
240ml de leche
1 cucharadita de vainilla
Preparación:
Debemos empezar por el caramelo. Ponemos en un cazo el azúcar con los 120ml de agua y mezclamos. Esperamos hasta que se haga un caramelo oscuro. Cuando lo tengamos hecho, lo retiramos del fuego y poco a poco le vamos añadiendo el resto del agua, pero con mucho cuidado porque salta. Lo volvemos a poner en el fuego hasta que coja la consistencia de sirope.
Mientras el caramelo se va enfriando empezamos a hacer el bizcocho.
Batimos la mantequilla a punto de pomada y le añadimos el azúcar, seguimos batiendo hasta tener una crema blanquinosa. A continuación echamos el caramelo, mezclamos y añadimos los huevos uno a uno. Agregamos la vainilla.
Tamizamos la harina y la levadura juntas y las vamos echando sobre la masa, pero de poco en poco y alternando con la leche, hasta que las acabemos.
Preparamos el molde y lo metemos en el horno precalentado a unos 175º hasta que al pinchar el palillo salga limpio (unos 45 minutos).
Notas:
Es un bizcocho sencillo de hacer, pero debéis tener mucho cuidado al echar el agua en el caramelo, porque realmente salpica mucho. El caramelo está a mucha temperatura y al echar el agua, ésta hierve y es cuando se produce la salpicadura.
Mis más sinceros agradecimentos a Dolores, del blog "Al calor de un bizcocho". Ella fue la que puso esta receta originalmente.