Queda igual de esponjoso que si lo hacemos mezclando los ingredientes uno a uno, además ganamos tiempo y el resultado es espectacular.
Esta es otra manera de preparar bizcochos, sin complicarnos.
Podemos hacer el bizcocho con un par de día de anticipación, cubierto en una bolsa de plástico, hasta el día que vayamos a decorarlo.
Para esta preparación hemos usado yogur de limón, aunque si no tenéis, podéis usar un yogur natural y añadir 1 cucharada de zumo de limón directamente, a los ingredientes, en el momento de batirlos.
Para elaborarlo, hemos utilizado un molde de 20 cm, aunque se puede hacer, con un molde más grande.
Si usamos uno más grande, no nos quedará tan alto, pero no será necesario que añadáis más cantidad de ingredientes.
Ingredientes
3 huevos
1 yogur desnatado sabor limón
250g de harina de trigo
125g de harina de maíz
250g de azúcar
125 ml de aceite de girasol
Ralladura de medio limón
1 pizca de sal
1 sobre de levadura
Para la decoración
un poquito de licor para emborrachar el bizcocho.
Nata montada (crema de leche), puede ser en spray
Mermelada de fresa (cereza, albaricoque, o la que prefiráis.)
150g de nata (crema de leche) para montar
150g de chocolate negro
Preparación
Pasaremos por un cedazo las harinas y la levadura.
Prepararemos un molde desmoldable, poniendo papel de horno en el fondo y lo engrasaremos ligeramente, tanto las paredes como el fondo y enharinaremos.
Precalentamos el horno a 180º
Pondremos todos los ingredientes en un bol (los 3 huevos, el yogur desnatado, las harinas, el azúcar, el aceite, la ralladura de limón la pizca de sal y la levadura).
Con la ayuda de una batidora, mezclaremos muy bien todos los ingredientes, hasta que se haya formado una crema lisa.
Verteremos la crema resultante en el molde y lo llevaremos al horno.
Dejaremos que se haga, durante aproximadamente 30 minutos.
Como siempre, os recordamos que el tiempo y temperatura dependerán de vuestro horno.
Con la ayuda de un palillo, comprobaremos si está hecho, si al clavarlo, lo retiramos completamente limpio.
Cuando esté horneado, apagaremos el horno y lo dejaremos en el interior con la puerta abierta, durante 5 minutos más.
Pasados estos minutos, lo sacaremos y así que se pueda, lo desmoldaremos y lo dejaremos enfriar encima de una rejilla.
Para la decoración
Llevaremos al fuego la nata (crema de leche) y cuando empiece a estar caliente, añadiremos el chocolate y retiraremos del fuego.
De esta manera, con el calor de la nata (crema de leche), iremos removiendo el chocolate, para que se vaya deshaciendo.
Cuando esté deshecho completamente, lo dejaremos enfriar en la nevera y lo reservaremos durante un par de horas.
Pasadas estas horas, batiremos el chocolate con la ayuda de un batidor manual, para que coja aire.
Abriremos nuestro bizcocho por la mitad y lo mojaremos con un poquito de licor, para emborrachar el bizcocho, de esta manera, quedará mucho más esponjoso y sabroso.
Después de empaparlo un poco, añadiremos una capa generosa de mermelada de fresa y encima, otra capa generosa de nata montada (crema de leche).
Cubriremos con la otra parte del bizcocho y lo cubriremos todo el con la mousse de chocolate, con la ayuda de una espátula.
Una vez lo tengamos todo cubierto por el chocolate, lo dejaremos en la nevera, hasta la hora de servir.
Como veis es muy sencillo preparar este tipo de bizcochos y son deliciosos para servir de postre, o merienda.
¡Esperamos que os haya gustado!