Pues bien, a estos planazos he añadido uno más, de última hora, que como no podía ser de otra manera, tiene que ver con una de mis pasiones: la repostería.
Desde que tengo uso de razón, recuerdo que en casa siempre ha habido margarina Tulipán® y ya hoy, yo la sigo comprando porque a mis hijas les encanta su sabor, por eso cuando consultando la web de Pequerecetas me enteré del concurso de recetas elaboradas con Tulipán® me puse manos a la obra.
Me encanta la fruta en general y siempre que puedo, me gusta utilizar frutas de temporada para hacer las recetas (recordáis que me hinché a preparar recetas con fresas en primavera ¿verdad?), por eso me he decidido por las mandarinas, que como todos los cítricos, a mi me parece que dan mucho juego.
Ingredientes
Para cada bizcocho (hay que hacer 2)
170 gr. de margarina Tulipán®
300 gr. de azúcar
3 huevos
1 cucharadita de mandarina en pasta
300 gr. de harina
10 gr. de levadura
1 pizca de sal
180 ml. de leche semidesnatada
125 ml. de zumo de mandarina (recién exprimido)
Para la crema de limón y mandarina
2 yemas de huevo tamaño L
1 huevo tamaño L
50 gr. de azúcar
1 cucharadita de ralladura de mandarina
65 ml. de zumo de mandarina (recién exprimido)
2 cucharadas de zumo de limón
60 gr. de margarina Tulipán®
Para el glaseado
100 gr. azúcar glacé
4 cucharadas de zumo de mandarina
Para confitar las mandarinas
4 mandarinas en gajos
375 gr. de azúcar
250 ml. agua
Precalentamos el horno a 190º C.
Forramos el fondo de un molde desmontable cuadrado de 22 cm. con papel de horno y engrasamos el fondo y los lados del mismo. Reservamos.
Tamizamos la harina, la levadura y la sal. Reservamos.
En un tazón batimos la margarina Tulipán® y el azúcar hasta que estén suaves y esponjosas.
Agregamos los huevos uno a uno, seguidos del extracto de limón y seguimos batiendo.
Añadimos lentamente la harina alternando con la leche y el zumo de mandarina, batiendo hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 23 minutos con calor arriba y abajo y 20 minutos más con calor arriba y abajo y el ventilador puesto (10 minutos después de conectar el ventilador del horno, tapamos con papel de aluminio la superficie del bizcocho para que no se nos dore demasiado).
Comprobamos que el bizcocho está cocido si al insertar un palillo en el centro éste sale limpio.
Sacamos el bizcocho del horno y lo dejamos enfriar dentro del molde 10 minutos, para posteriormente desmoldarlo y dejar que se enfríe por completo sobre una rejilla.
Si tenéis dos moldes iguales podéis hornear los 2 bizcochos a la vez. En mi caso yo primero hice uno, desmoldé y después el otro.
Para hacer la crema de mandarina y limón, mezclamos bien el azúcar y la ralladura de mandarina en un bol hasta que el azúcar esté aromatizado y ligeramente de color naranja.
En una cacerola a fuego medio, batimos las yemas de huevo, el huevo, el azúcar, el zumo de mandarina, el de limón y la margarina Tulipán®. Batimos hasta que rompa a hervir y vaya espesando (unos 10 minutos).
Retiramos del fuego, colamos la crema y la dejamos en un bol tapada con un papel film hasta que se enfríe por completo. Refrigeramos.
Hacemos el glaseado mezclando en un tazón el azúcar glacé y el zumo de mandarina. Revolvemos y eliminamos los grumos. Reservamos.
Con una lira cortamos la parte superior de los bizcochos y los dejamos nivelados.
Colocamos el primer bizcocho sobre un plato, volcamos la crema de mandarina sobre él y la extendemos (sin llegar a los bordes, porque luego los vamos a cortar). Colocamos el otro bizcocho encima y con un cuchillo de sierra cortamos a un centímetro del borde todos los lados del bizcocho.
Trasladamos el bizcocho a un cake stand o donde lo vayamos a presentar.
Vertemos el glaseado sobre el bizcocho y esperamos unos minutos hasta que se empape.
Mientras confitamos las mandarinas. Ponemos en un cazo el agua y el azúcar a fuego fuerte. Cuando entra en ebullición añadimos los gajos de mandarina y bajamos el fuego. Dejamos cocer hasta que se consume prácticamente el agua y se forma un almíbar.
Adornamos el bizcocho con los gajos confitados y una mandarina pelada y con sus hojas, colocada en medio. Podemos pintar las mandarinas con el almíbar para que estén más brillantes.
Si te gusta el sabor de los cítricos tanto como a mi, este es tu bizcocho. Jugoso donde los haya, ya que el curd de mandarina y el glaseado le proporcionan humedad e incluso el almíbar que sueltan los gajos de mandarina confitados también humedece la miga de este bizcocho, ya de por si esponjosa.
Además es un bizcocho muy versátil ya que podemos sustituir las mandarinas por limas, pomelos, naranjas, limones. Podéis elegir la fruta cítrica que más os guste.
Se me ocurre que en todo caso tendréis que tener en cuenta la acidez de la fruta que empleéis y añadir mayor cantidad de azúcar, ya que por ejemplo, las mandarinas son más dulces que los limones.
También podéis jugar con las combinaciones a la hora de preparar el "curd". En ocasiones preparo un "citrus curd" utilizando lima, limón, mandarina y naranja, tanto el zumo como la ralladura (200 ml. de zumo en total, 280 gr. de azúcar, 4 huevos y 100 gr. de margarina) y es delicioso tanto para rellenar tartas como para untarlo en las tostadas del desayuno.
Os animo a probar este bizcocho tan completo y entretenido de hacer. Estoy segura de que si lo preparáis en el fin de semana, no llega al lunes.