La verdad es que nunca he sido fanática de tirar la comida, incluso cuando parece que está pasada. Me sucede mucho con alimentos como los plátanos que maduran demasiado rápido, y parece que están ya listos para tirar a la basura, pero desde hace algún tiempo los empecé a utilizar para una receta que me ha terminado encantando.
Os quiero presentar la receta para hacer un bizcocho de plátano esponjoso y delicioso, que apenas lleva ingredientes. Es muy económico y cualquiera puede hacerlo con lo que tiene en la alacena porque los ingredientes son muy básicos. De hecho, eso es lo que me ha terminado de enamorar, porque así puedo hacer el bizcocho en cualquier momento en el que me sobre un par de plátanos.
BIZCOCHO DE PLÁTANO MADURO – INGREDIENTES
3 huevos.
50 gr. de aceite de oliva.
1 pizca de sal.
125 gr. de azúcar.
150 gr. de harina.
Ralladura de 1 limón
3 plátanos maduros.
15 gr. de levadura en polvo.
BIZCOCHO DE PLÁTANO MADURO – PREPARACIÓN
Empezamos precalentando el horno a 180 °C y engrasamos el molde con suficiente mantequilla para que no se pegue el bizcocho.En un bol, echamos los 3 huevos y el azúcar, y mezclamos bien. Es más fácil hacerlo con una batidora para no cansarnos tanto porque tienen que quedar bien integrados.
Aquí tenemos que triturar los plátanos. Los picamos y colocamos en el bol junto con el aceite de oliva. Podéis utilizar un tenedor para machacar todo hasta que tenga una consistencia un poco líquida y no haya grumos. Yo he utilizado un pisa patatas porque se me ha hecho más fácil.
Incorporamos aproximadamente la mitad de la harina con la levadura y la pizca de sal y removemos un poco. Después colocamos el resto de la harina y mezclamos con movimientos envolventes hasta que los ingredientes secos y húmedos queden completamente integrados.
Finalmente, vertemos la masa en el molde y espolvoreamos un poco de azúcar por encima, pero nada más para que quede un poco de caramelo si os gusta lo dulce.
Lo horneamos durante 40 minutos, o hasta que esté listo.
Pasado el tiempo, introducimos la punta de un palillo de cocina en el bizcocho para comprobarlo. Si sale limpio, es que ya está cocido por dentro.
Solo nos queda sacarlo y dejarlo enfriar a temperatura ambiente. Si no esperamos, lo más probable es que se nos deshaga al intentar picarlo porque es un bizcocho bastante húmedo y suave.
¡Y así tenéis una receta deliciosa con algo que os pudiera estar sobrando en la cocina! Más barato imposible.
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