Mmmmm se acerca ésa época del año en que mi horno echa humo, literalmente no claro, no hay semana que no hornee un buen bizcocho para merendar o desayunar. El de hoy está especialmente sabroso, reúne todo lo necesario para un buen desayuno lleva: cereales, leche, fruta, un poco de azúcar para darnos energía, ¿qué más se puede pedir para empezar bien el día? Pues si tenéis un par de plátanos en casa muy maduros, blandos, a punto de tirar, no, no lo hagáis. Haced como yo, aprovecharlos para un rico bizcocho de plátano y miel. Sencillo, sabroso, nutritivo. Ni siquiera necesitáis sacar el robot de cocina ni ingredientes raros. La receta de hoy es muy sencilla pero muy sabrosa, seguro que tenéis los ingredientes a mano. Es uno de esos bizcochos que tanto me gustan para compartir charlando un rato con buenos amigos y una taza de café con leche. Es lo bueno que tiene que no haga tanta calor, sale mi fiebre bizcochona. Los he hecho de muchos sabores y todos me gustan. Este es más sabroso, húmedo por ese punto de jugosidad que le da la miel. Y contrarresta el fuerte sabor del plátano.
Para darle un punto aún más rico añadí un puñadito de nueces, ya me he comido 2 trozos de una tacada. Hace un tiempo hice uno parecido, el Banana bread, tan típico de USA. Me quedó un poco crudo por dentro. Esta es otra versión que encontré en la colección Pastelería creativa. Si queréis que el sabor de la miel sea más rico por favor utilizad una miel densa más natural, de esas que cuesta levantar la cuchara para sacarla. Yo he utilizado miel de mil flores de Mosqueruela, Teruel. Me la traje cuando fuimos a Javalambre en invierno. Y estoy deseando empezar la que compré en Asturias. Un consejo, utilizad productos de calidad, es uno de los secretos para hacer buena cocina. El azúcar lo he cambiado por uno más integral.
Bizcocho de plátano y miel
INGREDIENTES (para 12 rebanadas de 1,5 cm):
– 300 g de harina bizcochona (con levadura química)
– 1 cucharadita o TSP de levadura química
– 1 cucharadita o TSP de canela en polvo
– Una pizca de sal
– 150 g de azúcar moreno (yo he utilizado light brown sugar)
– 100 g de nueces troceadas
– 250 ml de leche entera
– 100 g de mantequilla
– 6 cucharadas o TBSP de miel
– 2 plátanos medianos maduros
– 2 huevos tamaño M
– 4 cucharadas o TBSP más de miel para añadir al final
Preparar un molde tipo plum cake untado con un poco de mantequilla o aceite desmoldante. Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. En un cazo calentar la leche con la mantequilla y la miel y reservar. En un bol grande tamizar la harina con la levadura y la canela, luego añadir el azúcar y las nueces.
En un bol mediano machacar los plátanos y batir ligeramente con los huevos.
Luego añadir la mezcla de leche, mantequilla y miel y mezclar. Verter en el bol grande y mezclar con la ayuda de una cuchara de madera.
No os preocupéis si os da el aspecto de una mezcla grumosa luego queda una miga esponjosa. Hornear a media altura con calor arriba y abajo a 180ºC durante unos 45 minutos. Si veis que se dora la superficie podéis colocar un trozo de papel de aluminio sobre la superficie pasados 30 minutos.
Yo lo he hecho en un molde tipo plum cake pero podéis utilizar uno redondo también.
Una vez fuera del horno y aún caliente verter la miel caliente sobre la superficie .
Os quedará aún más jugoso. Ya sabéis que me gustan las cosas antiguas, pues esta vez he utilizado una paleta y un cuchillo de tarta antigua, tan antigua como que era de la abuela de mi marido, luego de mi suegra y ahora un ratito mía, de préstamo. Este tipo de paletas son perfectas para bizcochos en moldes plum cake.
También podéis cubrirlo con una buttercream pero yo creo que así está riquísimo.
Es muy cómodo de cortar como si de pan de molde se tratara.
Con un poco de papel de estraza y una cuerda podéis preparar este bizcocho para regalar y hacer paquetes a vuestros amigos o familia. Es un buen regalo, hecho en casa, para repartir un poquito de felicidad. Mi buen amigo Carlos, parte integrante de este blog en el ámbito digamos técnico y de creación del mismo se ha llevado un trocito que llenará su espíritu a la hora del desayuno. Es una buena manera de empezar el día (cereales, leche y fruta). Porque los dulces se hacen para celebrar, para reunir, para compartir, es lo mejor del mundo.¿Venís a merendar? He hecho bizcocho de plátano!!!!! Es como rodear una hoguera, acogedor. Y ahora que entramos en otoño los días se acortan, da pereza salir a la calle cuando empieza el frío así que ¿qué mejor que juntarse con buenos amigos o con la familia alrededor de una taza humeante y un pedazo de felicidad? Nos vemos pronto.
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