Para eso, igual que para otras cosas, era muy estricta. Reconozco que en esos momentos, yo quería los mismos que mis amigas llevaban en su cartera, pero nunca los conseguí; jamás me comí uno. Mi madre decía que si habíamos desayunado en casa, sólo nos hacía falta algo pequeño para aguantar hasta la hora del almuerzo y, por supuesto, nada comprado pues "esas cosas" no podían contener nada bueno. Si queríamos algo dulce, ella se encargaba de hacer un buen bizcocho casero o compraba pastelitos en un obrador que le ofrecía la mayor confianza; eso los domingos.
Siguiendo las costumbres de mi casa, pues al final yo he hecho lo mismo que mi madre, los fines de semana suelo tener preparado algún caprichito dulce, sencillo, sin grandes pretensiones que nos hace disfrutar. Nunca he recurrido a la bollería industrial, seguramente es lo más rápido, pero no lo mejor para nuestros niños.
Mis niñas ya no son tan niñas, pero no por eso hay que descuidar lo que comemos. Últimamente me he pasado a las harinas integrales ya sean de trigo o espelta, chocolates más puros y al azúcar de abedul (entre otras cosas). Ha sido un paso obligado por motivos de salud de mi marido al que nos hemos unido. A nosotras no nos cuesta nada y para él es más fácil.
Yo creo que ha sido un buen cambio pues si consigues hacer buenas combinaciones de ingredientes y si los que utilizas son de buena calidad, los resultados son expléndidos. Podremos elaborar una repostería casera muy saludable e igualmente deliciosa.
El bizcocho de esta semana nos ha encantado, lleva remolacha. ¿Lo has probado?
INGREDIENTES
250 g. de harina integral de trigo
1 sobre de levadura en polvo
3 huevos
120 g. de remolacha cocida
1 yogur desnatado natural sin azúcar
80 g. de aceite de oliva suave
200 g. de azúcar de abedúl
PREPARACIÓN THERMOMIX
Precalienta el horno a 180º.
Coloca la mariposa en el vaso. Separa las claras de las yemas. Pon las claras en el vaso, programa velocidad 3 y 1/2, durante tres minutos. Los huevos deberán estar a temperatura ambiente. Comprueba que las claras están bien montadas a punto de nieve. Saca del vaso y reserva.
Pon las yemas y el azúcar en el vaso de la thermomix. Programa velocidad 1 durante 3 minutos. Añade el yogur y el aceite, sigue batiendo a la misma velocidad. Incorpora la remolacha previamente rallada y el zumo de limón. Continúa batiendo un poco más para que todo quede bien integrado. Echa la harina mezclada con la levadura, programa 2 minutos, velocidad 1. Quita la mariposa del vaso. Añade las claras reservadas mezclando todo con la espátula, con movimientos envolventes para que la masa no pierda aire y no se baje.
Echa la mezcla en un molde untado con mantequilla o spray antiadherente. Introduce en el horno durante 30 minutos, estará cocido cuendo lo pinches con una aguja o palillo y salga limpio.
Saca del horno, espera un poco y pásalo a una rejilla para que termine de enfriarse.