Ya tenía ganas de publicar esta receta, la he hecho infinidad de veces (no exagero, es que soy muyyyyyy mayorrrrrr, ja, ja, ja) y siempre sale bien.Le llaman bizcocho 1, 2, 3 porque se hace con yogur y se utiliza el envase vacío de yogur para medir el aceite, el azúcar y la harina que lleva en su preparación.
En este caso utilicé mantequilla en lugar de aceite porque no tenía aceite de girasol y no me gusta hacerla con el de oliva.
Suele hacerse con yogur de limón, pero a mí me gusta hacerlo con yogur natural.
Ingredientes:
1 yogur natural
100 gr. de mantequilla derretida ( ó 1 medida de yogur de aceite de girasol)
2 medidas de yogur de azúcar (200 gr.)
3 medidas de yogur de harina común (225 gr.)
3 huevos
15 gr. de polvo de hornear (1 sobre)
cáscara rallada de 1/2 limón
glaseado de limón para decorar
Engrasamos con mantequilla un molde de budín (pudding) y espolvoreamos con harina.
Precalentamos el horno a 200º (fuego fuerte)
Colocamos en un bol los huevos, la ralladura de limón y el yogur mezclando bien. Añadimos el azúcar batiendo con varillas y le incorporamos la mantequilla. Agregamos la harina con el polvo de hornear y batimos hasta integrar bien. Volcamos la mezcla en el molde y cocinamos en el horno a 180º durante 40 minutos aproximadamente. Podemos pinchar el bizcocho con un palillo y si éste sale limpio, ya está listo.
Retiramos el bizcocho del horno y dejamos enfriar en el molde durante 10 minutos. Luego lo desmoldamos sobre una rejilla para que se enfríe totalmente.
Preparamos un glaseado con el zumo de 1/2 limón y 3 cucharadas de azúcar glas (impalpable) y cubrimos el bizcocho con él. El glaseado debe quedar como una crema espesa, pero eso es agusto del consumidor. Agregando más azúcar o más zumo conseguimos que quede más ligero o más espeso.
Hay que colar el azúcar glas para que no queden grumos.
¡Hasta la próxima!
¡Sean felices!