Ingredientes:
3 claras de huevo
150 gr de azúcar común
ralladura de 1 naranja
125 gr de yogur
100 gr de aceite de girasol
200 gr de avena molida
10 gr de levadura química (polvo de hornear)
1 pizca de sal
2 cucharadas de semillas de amapola
zumo de 1/2 naranja
3 cucharadas de azúcar glas (impalpable)
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º.
Engrasamos con mantequilla y enharinamos u molde de pudin.
Ponemos en un bol las claras de huevo, el azúcar y la ralladura de naranja. Batimos durante 2 minutos y añadimos el yogur y el aceite. Volvemos a batir integrando los ingredientes. Agregamos la avena tamizada con la levadura y la sal mezclando bien.
Por último incorporamos las semillas de amapola. Volcamos la mezcla en el molde y cocinamos en el horno a 180º durante 35 minutos o hasta que pinchando el bizcocho con un palillo, éste salga limpio. (Ya saben que cada horno es de su padre y de su madre, jijijiji)
Una vez cocido retiramos del horno y dejamos enfriar el bizcocho dentro del molde durante 5 minutos. Luego desmoldamos sobre rejilla y dejamos que se enfríe totalmente.
Preparamos un glaseado mezclando el zumo de naranja y el azúcar glas y cubrimos el bizcocho por encima.
Utilicé sólo claras de huevo para aprovecharlas porque me sobraron al preparar otra receta que llevaba sólo yemas. Pero podemos utilizar dos huevos medianos.
Adoro usar semillas de amapola en panes o en bizcochos porque me gusta el crujiente que aportan, pero si no les gusta o no las consiguen, pueden obviarlas, o cambiarlas por alguna semilla que les guste más.
El bizcocho queda húmedo y esponjoso, es una ricuraaaaaaa...
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¡Hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Mi mundo Pinkcake, donde puedes consultar el contenido original.
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