Tengo en casa un tarro enorme de semillas de amapola que compré ya hace un tiempo para preparar a menudo mi bizcocho favorito, el de semillas de amapola con sirope de naranja, pero son tantas las que compré que nunca pierdo ocasión de utilizarlas en muchas otras recetas, por eso cuando vi este bizcocho en el blog Sweetaadict, me dije -esto tiene que estar de muerte- y me metí en harina.
Es un bizcocho delicioso, con un fantástico sabor a limón y ese toque crujiente y delicioso que dan las semillas de amapola, que a mi siempre me recuerda a los roscos de vino (a pesar de que estos no llevan).
Ingredientes para el bizcocho;
200 gr de harina
100 gr de maizena
200 gr de azúcar
1 sobre de levadura
la ralladura de 2 limones
3 huevos
160 ml de aceite de girasol
120 ml de leche
zumo de un limón
Ingredientes para el almibar;
zumo de limón
azúcar glass
Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su tamaño, luego añadimos la ralladura de limón y el resto de los líquidos, mezclando con energía hasta su total integración.
Mezclamos las harinas con la levadura y lo tamizamos, vamos añadiéndolo lentamente y con cuidado a la mezcla anterior, finalmente añadimos las semillas de amapola.
Vertimos la mezcla en un molde untado con mantequilla y espolvoreado de harina (yo usé dos pequeños) y llevamos al horno precalentado 180º durante 45-60 min (cada horno es un mundo y yo al usar 2 moldes mas pequeños, los tuve menos tiempo.
Cuando el bizcocho esté listo y templado preparamos el almibar. En una taza ponemos el zumo de limón y vamos añadiendo azúcar y mezclando hasta que tengamos la consistencia que nos guste (una especie de salsa espesa blanca).
Finalmente vertimos esta mezcla sobre el bizcocho y degustamos.
Es un bizcocho delicioso, pero no es de los que mejor aguantan el paso del tiempo, tengo la experiencia de que los bizcochos que preparamos con maizena aguantan bastante menos tiernos, aun así, bien envuelto nos durará estupendamente 3 días (eso si no vuela el primer día)