Solo hay que tener en cuenta el molde (de 22 cm.) y la temperatura del horno, esto es lo único que puede variar en cada caso ya que el horno de cada uno es de cada uno....hablando de hornos escuché hace poco que: "el horno es como los maridos, cada una conoce al suyo..." y me reí mucho la verdad.
Me encantó el bizcocho esponjoso del blog "Anna recetas Fáciles", este lo hice con su receta. Es una gozada de bizcocho. Entrad a su blog y veréis su paso a paso en el vídeo que tiene publicado.
Hay que batir muy bien las claras para ponerlas a punto de nieve, ya que será esto lo que le da la cremosidad a la masa, batir bien las yemas y tamizar la harina para que vaya cayendo con "aire". Merece la pena el esfuerzo. Este lo hice a mano y batí y batí.
Este bizcocho nos serviría también para rellenarlo o cubrirlo con alguna crema o decorarlo como mejor os parezca. Pero lo ideal es tener uno en casa siempre para el desayuno o la merienda, es un "básico" como en el armario tenemos un vestido negro, en nuestros recetarios debemos tener un bizcocho como este, de los que no defraudan. Siempre salen bien y son un comodín.
Vamos allá con la receta. En esta ocasión no he variado nada de la receta original, por si acaso...que´ria un buen bizcocho y no me quería arriesgar con mis improvisaciones.
5 huevos
250 gramos de Azúcar
250 gramos de Harina (la normal)
50 ml de agua
25 ml de aceite de oliva
8 gramos de levadura en polvo (polvo de hornear)
1 pizca de sal
1 cuchardita de esencia de vainilla
Ralladura de 1 limón
Spray para desmoldar o mantequilla (para el molde)
Papel de horno para forrar la base del molde
Azúcar glas
Lo primero es encender el horno a 175 grados. Forrad la base del molde con papel de horno, dibujando el contorno y recortando el círculo.
Se engrasan las paredes del molde con el spray o con la ayuda de un papel de cocina se untan las paredes del molde con un poco de mantequilla.
Se separan las yemas de las claras, en dos bols diferentes. Las claras se baten a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando ya están blancas se añade la mitad de la cantidad del azúcar. Se sigue batiendo hasta que esté casi como un merengue.
Ahora se baten las yemas y se le añaden los líquidos, primero el agua con el aceite y se mezcla, se pone la ralladura de limón y la cucharadita de esencia de vainilla y el azúcar restante.
Se sigue batiendo.
Sobre un colador se va añadiendo poco a poco la harina previamente mezclada con la levadura en polvo o polvo de hornear (la marca Royal, es la que usé, otras veces uso otras de marca blanca de supermercados habituales).
Se mezcla bien mientras va cayendo la harina sobre los líquidos y cuando ya está incorporada toda la harina, se añaden las claras mezclando con una lengua de repostería y haciendo movimientos envolventes para que no se bajen las claras.
Se echa en el molde y se mete en el horno unos 45 minutos a 175 grados. Ya como he dicho antes, depende del horno, cuando haya pasado este tiempo se pincha para asegurarnos que esté bien hecho por dentro y si ves que le falta algo lo dejas unos minutos más.
No encontraba un molde de 22 cm tal como recomienda Anna en su receta y por fin encontré este de aluminio anodizado de la marca Ibili de los que se usan para hacer los "Angel Food" este lo compré en El Corte Inglés y no me costó nada caro. Se limpia fenomenal, no se pega ni pesa nada. Más contenta que unas Pascuas con mi molde.
Se apaga y se saca del horno, pasados unos minutos se desmolda cuando esté todavía caliente.
Cuando esté frío le pones si te gusta azúcar glas siempre sobre un colador pues queda mejor repartido y se acabó, listo para probarlo. Verás que maravilla.
Os dejo el Facebook de La Taza de Loza por si queréis echar un vistazo.
Sed felices y disfrutad mucho.