Hacía unas semanas que no la hacía y mi mujer me pidió que le hiciera una tortilla. A mi también me apetecía, así que sin más, nos pusimos a pelar patatas. Fijaros en el resultado y os cuento cómo se hace.
Por cierto, en mi casa no existe el dilema CON CEBOLLA o SIN CEBOLLA. En mi casa la tortilla de patatas lleva cebolla, sí o sí.
Ingredientes
Patatas, huevos, una cebolla y sal. Eso es todo lo que lleva, pero aquí tengo un problema. Jamás he pesado las patatas que pongo. Siempre las hago de 6 huevos y una cebolla mediana pero las patatas... no se. Supongo que como 1kg, más o menos, no se si llegará.Elaboración
Bueno, primero lo primero. A pelar las patatas y las cortamos en láminas gorditas. Da igual que no queden todas iguales, da igual si alguna se rompe. La cebolla también la pelamos y cortamos finito (en brunoise, que dirían los expertos, pronunciado brunuás). Salamos al gusto.Ponemos patatas y cebolla a pochar en una sartén con abundante aceite. Ojo con el aceite. He probado de oliva y no me gusta, queda el sabor demasiado fuerte. Yo prefiero girasol. Y al tanto que he dicho pochar, no freír. No interesa que la patata quede crujiente ni dorada, lo que interesa es que quede blandita. Llevará un buen rato, pero hay que hacerlo a fuego bajo. Daremos vueltas bastantes veces para evitar precisamente que las patatas de abajo se hagan demasiado o se doren.
Mientras las patatas se van pochando tendremos tiempo más que suficiente para batir los huevos en un bol grande.
Cuando las patatas están pochadas, las incorporamos al bol donde tenemos los huevos. Aquí una de las gracias de la tortilla. Hay que retirar evidentemente el aceite utilizado pero ¿cuánto? Si escurrimos completamente el aceite nos quedará un poco seca. Si no escurrimos lo suficiente quedará aceitosa, lo que no nos interesa para nada. Entonces,... pasa palabra, como dirían en cierto concurso de la tele. Es difícil explicarlo pero básicamente consiste en escurrir bien, pero no totalmente, para que quede ese puntillo jugoso.
Con un tenedor mezclaremos bien patatas y huevos e incorporaremos toda la mezcla en otra sartén anti-adherente.
Cuando veamos que ya puede estar dorada por la parte de abajo, toca darle la vuelta a la tortilla. Darle la vuelta es otra de las cosas, podríamos decir, delicadas. Yo utilizo una bandeja grande completamente plana que tengo; la pongo bocabajo encima de la sartén, doy la vuelta rápidamente (ojo que no es fácil) y ayudándome de un tenedor devuelvo la tortilla a la sartén.
Realmente la tortilla de patatas no es precisamente lo más sencillo, pero tampoco es difícil, y el resultado final merece la pena. os lo garantizo. Solo hay que perder el miedo ¡¡a darle la vuelta a la tortilla!!