♫♪♪ Al viento que es muy travieso
le dan ganas de jugar.
Con las hojas amarillas
corre de aquí para allá-
Juegan a la rueda – rueda
y también a la escondida,
pero al llegar la noche
se quedan todas dormidas.
Las hojas en las veredas
son una alfombra dorada
Los árboles ya desnudos
no se quejan para nada.
Me gusta cuando en otoño
salimos a caminar
pisando las hojas secas
que no dejan de chillar. ♫♫♪
(Anónimo)
Me confieso admirador incondicional del otoño y más concretamente de este mes de Octubre. He oído muchas veces comentar sobre el pesar que esta estación nos puede transmitir, (aunque parece ser que ocurre igual en primavera). Sin embargo, los cambios que paulatinamente se van apreciando a nuestro alrededor son para mí un indicativo de renovación y aunque en la ciudad no se pueden apreciar en toda su plenitud, basta con salir al campo para contemplar las nuevas tonalidades que el otoño nos regala y en donde imperan los tonos ocres y pardos. Si hay un color que me chifla de esta estación es el de la calabaza y aunque la tenemos todo el año en los mercados, es ahora cuando están en todo su esplendor. Así que he echado mano de una de estas bonitas hortalizas para preparar unos bocaditos especiados de calabaza y chocolate blanco que resultaron todo un éxito en casa y supieron a bien poco. Espero que también os gusten a vosotros y cuidado con los pelos que ya lo dice un refrán refiriéndose al otoño:"En la época de la berenjena, se cae la melena"
200 gr aproximadamente de harina de repostería
300 gr de puré de calabaza
60 gr de azúcar blanquilla
15 gr de azúcar avainillado
1 cucharadita de levadura de repostería
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de leche
1 cucharadita de aroma de vainilla
80 gr de manteca de cerdo diluída o aceite de oliva
1/2 cucharadita de jengibre molido
1/2 cucharadita de de nuez moscada
1/2 cucharadita de canela molida
50 gr de chocolate blanco
50 gr de nueces peladas
1 huevo
1 pizca de sal
Preparación del puré de calabaza
Para comenzar con esta exquisita receta, en primer lugar, debemos realizar el puré. Precalentamos el horno a 180ºC.
Pelamos el trozo de calabaza y la colocamos en un recipiente apto para el horno. Asamos durante 20 minutos, aproximadamente. Pasado el tiempo, retiramos y dejamos enfriar, momento en el que troceamos y pasamos por la batidora hasta lograr un puré suave, cremoso y sin grumos.
Una vez elaborado el puré, comenzamos a preparar la receta en sí.
Batimos el huevo con los dos azúcares hasta disolver éstos y sumamos a la mezcla la manteca diluída o el aceite. Incorporamos al puré de calabaza.
El bicarbonato lo disolvemos con la leche junto al aroma de vainilla y añadimos a la mezcla del puré.
Mezclamos la harina con la levadura, la canela y la pizca de sal y vamos añadiendo al puré de calabaza hasta que quede una masa con consistencia media, ni muy líquida ni demasiado espesa, por eso pongo la cantidad de harina aproximada.
Troceamos las nueces y el chocolate blanco y añadimos a la masa anterior.
Untamos los moldes con un poco de aceite y vertemos en ellos un poco de nuestra masa, yo los he hecho poco espesos, de 1 cm o 1,5 cm de espesor para que el puré cuajara bien.
Horneamos a 170ºC durante 10-12 minutos. Dejar enfriar y desmoldar.
Para hacerlos todavía más irresistibles, derretir 150 gr de chocolate blanco a baño maría o microondas y mojar la mitad de los bocaditos en él.
Dejamos reposar a temperatura ambiente, hasta que se enfríen.
Podemos decorar con algunas frambuesas para que les den color a nuestra presentación y ya puedes disfrutar de estos deliciosos y simples bizcochitos de calabaza.
Fuente: este post proviene de Desserts Abad, donde puedes consultar el contenido original.
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