Cuando preparo una receta nueva siempre tengo muchas dudas de si gustará o no.
Es algo habitual en mi, pienso que el plato no va a gustar y preparo una segunda opción por si acaso.
Normalmente suelen salir bien, por lo que al final me encuentro con dos platos para degustar jajaja
Este postre era el primero de dos (el segundo os lo pondré otro día jejeje), pero la verdad es que me podía haber ahorrado el segundo porque este gustó y mucho.
Son unas pastas sencillísimas de hacer, no tardaréis mas de media hora y quedan...¡como quedan! de lujo, os lo aseguro.
INGREDIENTES:
125 gr de aceite de oliva virgen
un trozo de piel de naranja (sin nada de blanco)
30 gr de azúcar + 100 gr para rebozar
30 ml de vino blanco
30 ml de zumo de naranja
2 sobres de gasificante
250 gr de harina común (yo puse harina de espelta)
PREPARACIÓN:
Voy a usar la thermomix para hacer la receta, luego os explico también como hacerla sin el robot.
Ponemos el aceite con la piel de naranja en el vaso y calentamos diez minutos, varoma, velocidad 1. Dejamos el vaso fuera de la maquina para que se enfrie el aceite. Con cuidado retiramos la piel de naranja.
Agregamos el vino, el zumo y los dos sobres de gasificante. Yo he usado la marca El Tigre, son dos sobrecitos que vienen juntos. Uno trae bicarbonato y el otro acidulante, creo, no estoy segura, pero vamos a usar los dos sobres que vienen juntos. Si compráis otra marca, haced lo mismo, usad los dos sobrecitos que van juntos. Mezclamos 6 segundos a velocidad 3.
Añadimos la harina y el azúcar (solo los 30 gr) y amasamos 1 minuto a velocidad espiga.
Sacamos la masa y la extendemos con el rodillo sobre un papel vegetal dejando un grosor aproximado de un centímetro o un pelín menos.
Con un cortapasta o vaso pequeño cortamos los bocaditos. La masa sobrante la unimos y estiramos para volver a sacar mas pastas, hasta que se acabe.
Precalentamos el horno a 180º y horneamos los bocaditos unos 15 o 20 minutos, hasta que estén dorados, pero no mucho y al tocarlos estén tiernos pero firmes al tacto.
Ponemos el resto del azúcar en un plato y con cuidado, pues queman mucho, vamos pasando los bocaditos uno a uno por el azúcar para rebozarlos.
SIN THERMOMIX:
Calentamos el aceite en un cazo con la piel de naranja, cuando la piel de naranja se empiece a arrugar, retiramos del fuego y dejamos enfriar.
En un recipiente amplio ponemos el aceite frío (sin la piel de naranja) y añadimos el zumo, el vino y los dos sobres de gasificantes. Removemos bien. Añadimos la harina y el azúcar y mezclamos. Luego amasamos hasta tener una masa fácil de manejar y muy aceitosa.
A partir de aquí, seguimos como os indico mas arriba.
Calentamos el aceite con la piel de naranja. Dejamos que se enfríe y retiramos la piel.
Estos son los gasificantes que usé. Los hay de otras marcas pero suelen venir también de dos en dos.
Agregamos al aceite el vino, zumo y los gasificantes. Mezclamos.
Luego añadimos la harina y el azúcar. Amasamos.
Nos quedará una masa aceitosa pero fácil de manejar. estiramos y dejamos de un centímetro mas o menos. Cortamos los bocaditos. Yo usé un vaso pequeño. Los restos de masa, se unen y se vuelven a estirar.
Salieron 18 bocaditos. Al horno.
Y con cuidado de no quemaros los pasamos por azúcar y rebozamos.
Y en un plis plas los tenemos listos.
Quedan exquisitos, hojaldrados y no muy dulces.
Que pena que no se aprecie en la foto, ¡están buenísimos!
Y para disfrutar el doble, que tal si preparáis estos buñuelos de viento de Entre 3 Fogones.
Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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