Esta fue otra de las novedades del día de Navidad. Me rondaba el hacer pan para ese día, pero con los canelones y el peazo puchero de sopa, tenía la cocina bastante colapsada, así que a última hora, encontré esta receta en el blog Cuinetes, me pareció sencilla y rápida y me puse manos a la obra, como siempre, con algún que otro cambio ;-)
Ingredientes:
2 tazas de harina de repostería
1 sobre de levadura
4 huevos
1 pimiento rojo escalivado
1 cebolla de Figueres
150g de queso de untar
2 cucharaditas de orégano
1/2 taza de aceite de oliva (las misma taza que para la harina)
5 cucharadas de leche
Pimienta y sal
Preparación:
Empezamos picando fina la cebolla, lavando el pimiento y poniéndolo a escalivar en el horno. Pochamos la cebolla a fuego bajo mientras vamos preparando todo lo demás.
Batimos los huevos, les añadimos la leche y volvemos a batir. Agregamos el aceite y batimos a conciencia.
Picamos el pimiento a trocitos y lo echamos a la mezcla de los huevos, junto al queso, la cebolla, el orégano, la pimienta y la sal. Mezclamos.
Tamizamos la harina y la levadura encima de la mezcla y homogeneizamos a base de movimientos envolventes.
Preparamos un molde engrasándolo, vertemos la mezcla y la llevamos al horno, precalentado a 180º, con fuego de arriba y abajo y a ser posible aire hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio.
Notas:
Si vais a la receta original, veréis que llevaba olivas negras y queso de rulo. Como ninguna de las dos cosas me gusta demasiado, las olivas "se me olvidaron" y el queso lo sustituí por uno de esos tipo crema de Emmental que tenía por la nevera.
En la receta original también pone que tiene que estar en el horno 55 minutos. Mi bollo tuvo bastante con 25. No se si fue por el molde, que era de silicona, o porque mi horno es un portento (jeje). Lo mejor, ya sabéis, pinchar y comprobar!