Aquí llego con mi propuesta para el Juego de Blogueros de enero.
¿Y con qué vengo? Pues con una focaccia tuneada.
La receta que suelo hacer (y que queda rica rica) es esta, cambiándole la berenjena por los ingredientes que me apetezcan ese día (tomatitos, solo cebolla, olivas, queso, o nada, solo un poco de sal). Pero para esta receta decidí hacerle otra modificación, y cambié el agua por una cerveza doble malta, que le da un delicioso sabor tostado a las masas (aunque, según mi experiencia hasta ahora, alarga los tiempos de horneado).
Así que os traigo una focaccia con masa de cerveza y topping de pimiento rojo, cebolla, olivas negras y queso de cabra. ¡Quedó la mar de rica!
Antes de ir con la preparación, os invito a que visitéis a mis compis de reto, que este mes son:
Rosamary: alacartemenus
Elvira: asisecomeengranada
Maryjose: tapitasypostres
Y ahora, vamos con la preparación.
Focaccia de Pimiento Rojo y Cebolla
Ingredientes para 2 focaccias:
Para la masa
250 g de harina de fuerza
250 g de harina floja (normal, de repostería)
330 ml de cerveza, en este caso doble malta (una lata)
2 cucharaditas de sal
1 cucharada de miel, de romero en este caso
1 sobre de levadura seca de panadería
Para el topping
1/2 pimiento rojo no muy grande
1/2 cebola
olivas negras en rodajas al gusto
1/2 rodaja de queso rulo de cabra
sal en escamas
romero
aceite de oliva
Preparación:
1.- En panificadora, usamos el programa de amasado. Ponemos primero los elementos líquidos: agua y miel; y después los secos: la mezcla de harinas, la sal y la levadura.
A mano: mezclamos las harinas y las ponemos en un bol o sobre la mesa de trabajo en forma de volcán junto con la sal. Separamos una parte de la cerveza y la calentamos unos segundos en el microondas. Disolvemos la levadura en esta cerveza templada junto con la miel. Iremos ahora añadiendo los líquidos y mezclamos bien hasta que podamos amasar con las manos. Amasamos durante unos 5 minutos, dejamos reposar la masa unos 10 minutos y la amasamos 5 minutos más. Dejamos ahora reposar la masa en el bol tapado con un paño de algodón durante unos 90 minutos o hasta que haya doblado el volumen.
2.- Preparamos un par de fuentes rectangulares para el horno y forramos el fondo con papel vegetal. Podemos también optar por una placa de horno para la cocción.
3.- Trabajamos un poco la masa con las manos, la estiramos y la colocamos en las fuentes (o sobre la placa), cubriendo todo el fondo. Hacemos con los dedos unos hoyos en la masa y la dejamos reposar en un lugar cálido unos 45-60 minutos.
4.- Mientras reposa, preparamos el resto de ingredientes. Lavamos el pimiento y lo cortamos en juliana (o en daditos, o como más os guste).
5.- Pelamos la cebolla y la cortamos también en juliana.
6.- Nos preparamos las olivas (las deshuesamos si tienen hueso) y el queso de cabra, que desmigaremos con las manos cuando lo vayamos a poner sobre la masa.
7.- Precalentamos el horno a 230 ºC.
8.- Pintamos con aceite la superficie de las focaccias y vamos colocando los ingredientes del topping por encima: cebolla, pimiento, olivas y queso de cabra desmigado. Terminaremos con un poco de sal en escamas y un poco de romero.
9.- Hornearemos durante unos 20-25 minutos (dependiendo del horno), hasta que esté tostadita por encima (queda más oscura que si la hacéis con agua en la masa).
Lista para servir.
A mí me gusta terminarla con un chorrito de aceite de oliva por encima cuando está recién salida del horno.
¿Y a vosotros? ¿Cómo os gusta? ¿Cómo la preparáis?
¡Que aproveche!