Son parecidos a los "suizos" españoles, (os dejo el enlace a esta receta) que tan frecuentes son encontrarlos en las panaderías o pastelerías en España y que están tan ricos.
Pero estos bollos azucarados italianos, "Ciambelle Zuccherate" y pronunciado "chiambele suquerate", se parecen mucho a los suizos salvo en un par de detalles finales.
Para ponerles el azúcar primero deben estar horneados y ya fríos, entonces con la mantequilla líquida se los pincela y se les echa por encima el azúcar molido (no glass), se deja que la mantequilla solidifique y ... listos para probarlos. Os encantarán seguro ya que siempre salen bien.
Salen unos 10 o 12 bollos con la cantidad que os doy, pero se pueden dividir los ingredientes sin problema alguno para hacer más cantidad que ya que se hacen es mejor tener cantidad, ¿no?
Salen unos 10 Bollos azucarados Italianos
280 gramos de Harina de Fuerza
180 gramos de Harina de Trigo (normal)
250 cc de Leche
50 gramos de Azúcar
1 Huevo
1 cucharadita de esencia de Vainilla
60 gramos de Mantequilla
30 cc. de Aceite de Girasol
5 gramos de Sal fina
10 gramos de Levadura fresca
Para pintarlos al meterlos al horno
1 Yema
Para pintarlos cuando ya están hechos y fríos
Mantequilla líquida y Azúcar molida
Se pone solo un poco del total de la leche tibia con la levadura hasta que se disuelva.
Se mezclan las harinas (reservar un poco de harina para el amasado final) con la mezcla de la leche tibia con la levadura y el resto de la leche que teníamos reservada.
Se añade el huevo, se mezcla bien y se añade el azúcar poco a poco y la sal. Mezclar bien.
Se pone la vainilla y se añade la mantequilla muy blanda y el aceite de girasol.
Se sigue amasando. Tiene que quedar blanda pero que no se pegue en las manos.
Metemos la masa en un recipiente de plástico y lo tapamos con un paño y lo dejamos levar una hora y media aproximadamente, depende de la temperatura de la cocina, yo siempre lo meto en el horno para que no tenga corrientes de aire.
Pasado este tiempo se extiende la masa y se recortan o bien se pone una pequeña cantidad de masa y una vez colocado en la bandeja (6 o 7 centímetros de diámetro) y como de un centímetro de alto, con la ayuda de los dedos les abrimos el agujero central y los untamos con la yema de huevo batida.
Se deben colocar separados pues al levar y hornear se pueden quedar pegados entre sí ya que crecen bastante.
Se colocan en la bandeja de hornear con papel de vegetal especial para el horno y con un poco de aceite ligeramente untado encima de este papel ya que tienden a pegarse.
Se dejan levar una segunda vez hasta que doblen el volumen tapadas con el mismo paño.
Acto seguido se pintan solo con la yema de huevo (sin azúcar) y al horno.
Con el horno ya caliente a 180 grados se meten unos 15 minutos, dependiendo del horno de cada uno, en cuanto están dorados se apaga el horno y se sacan.
Como os he explicando antes, cuando ya están fríos los bollos, se derrite la mantequilla y con la ayuda de un pincel se pintan e inmediatamente se espolvorean generosamente con azúcar. En cuanto la mantequilla solidifica ya están listos para servir.
En esta imagen inferior, los estoy poniendo en la bandeja para el segundo levado y meterlos en el horno.
Pues ya está lista y terminada esta buena y sencilla receta italiana. Os aconsejo que si lo queréis para la merienda los hagáis al mediodía y así levará sin "nuestras prisas". Hay que tener en cuenta que entre el amasado y los dos levados tardamos en servirlos unas tres horas y media aproximadamente.
Bueno os dejo como siempre mi Facebook de La Taza de Loza por si queréis echar un vistacito.
Sed felices y cocinad mucho