"Mi mamá dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar", decía Forrest Gump sentado en el banco del parque con su camisa a cuadros, una caja de bombones sobre las rodillas y una maleta al lado. ¡Genial! La frase y la escena. Porque, además, es cierta. Cuando abres una caja de bombones siempre dudas sobre cuál coger porque quieres el mejor y lanzas tus dedos depredadores sobre el de la esquina y a medio camino te arrepientes porque el que está más próximo a ti tiene mejor pinta, te seduce más y parece que te grite "cómeme, cómeme". Y ya no os digo nada cuando el bombón está envuelto en un papel brillante de colores, señal inequívoca de que es de licor. La duda se agranda porque ni ves la forma del bombón ni sabes de qué licor está hecho su corazón. Para desvanecer tantas dudas hemos elaborado nuestros propios bombones, que sabemos a ciencia cierta que contienen crocanti, coco o mermelada.
Uno de los últimos puntos de la receta recomienda conservar los bombones en un lugar fresco y seco. ¡Ésta si que es buena! ¡Conservar, dice! ¡Pero si estos bombones no llegarán a la noche!
RECETA
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INGREDIENTES
Chocolate fondant. PARA EL RELLENO:
Almendra crocanti.
Coco rallado.
Mermelada de vuestro gusto.
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PREPARACIÓN
Fundir al baño María o en el microondas 100 g de chocolate fondant. Fuera del fuego añadir 70 g más de chocolate y mezclar con una espátula hasta que quede completamente fundido, de esta forma bajará la temperatura y quedará más brillante.
Echar el chocolate fundido en los moldes. Golpear ligeramente el molde contra la encimera para eliminar las burbujas. Colocar el molde del revés encima de un plato y dejar así un par de minutos para eliminar el chocolate sobrante y que los moldes queden recubiertos de una fina capa. Darle la vuelta y con una espátula limpiar bien el chocolate que haya quedado en los bordes, meter en la nevera para que cristalice.
Rellenar con almendra crocanti, coco rallado o mermelada sin llegar al borde. Cubrir con chocolate fundido y antes de meter de nuevo en la nevera limpiar bien los bordes con una espátula.
Dejar enfriar hasta que el chocolate quede totalmente cristalizado. Sacar de la nevera y desmoldar. Conservar en un lugar fresco y seco.