Si hay un dulce navideño por excelencia en Málaga es sin duda el borrachuelo. Estos dulces son conocidos popularmente como borrachuelos debido al vino y aguardiente que lleva en su masa. En Málaga solemos rellenarlos de cabello de ángel o de dulce de batata.
Si nunca os habéis atrevido a hacerlos en casa, a partir de hoy no tenéis excusa porque os voy a explicar la receta paso a paso para que os queden perfectos.
Ingredientes:
1 Kg de harina
1 vaso y medio de aceite de oliva virgen extra
1 limón
50 gr de ajonjolí o sésamo
50 gr de anís en grano, matalaúva o matalahúva
1/4 de vaso de azúcar
1 copa de anís fuerte
1 copa de anís dulce
1/4 de vaso de vino dulce
1/4 de vaso de vino blanco
Cabello de ángel
Aceite de oliva suave para freir
Azúcar
Receta del cabello de ángel:
El cabello de ángel lo podéis hacer en casa o comprarlo ya hecho. Lo encontraréis en los supermercados en la zona de mermeladas y confituras.
En caso de hacerlo en casa, necesitáis una calabaza conocida como cidra. Se parte por la mitad y se asa en el horno hasta que esté tierna. Cuando se enfríe le quitamos las pepitas y la cáscara dejando solo la pulpa que pondremos en un escurridor para que suelte el agua. Una vez escurrida la pesamos y la ponemos en una cacerola al fuego junto con el mismo peso de azúcar, una cascara de limón y una rama de canela. Dejamos a fuego suave hasta que se forme el cabello de ángel.
Receta de los borrachuelos:
Sacamos la cáscara al limón y la freímos en el vaso y medio de aceite de oliva virgen extra.
Cuando esté dorada la cáscara del limón la sacamos con una espumadera y apartamos la sartén del fuego.
Le añadimos el ajonjolí y el anís en grano.
Colocamos la harina en un recipiente amplio y hacemos un hueco en el centro.
Le agregamos el aceite junto con el ajonjolí y la matalaúva. Continuamos añadiendo los vinos, el azúcar y las copas de anís.
Una vez que tenemos todos los ingredientes, comenzamos a mezclar y a trabajar la masa poco a poco hasta que queden bien integrados.
Amasamos durante un rato utilizando los puños hasta que obtengamos una masa elástica.
Tapamos la masa con un paño de cocina y la dejamos reposar durante media hora.
Transcurrido ese tiempo, vamos sacando pedacitos del tamaño de una nuez y en una mesa de trabajo forrada con papel de horno la aplastamos con la palma de la mano. No debe quedar redonda, debe ser un poco alargada tal y como la de la imagen.
Con la ayuda de un tenedor hacemos las marcas.
Damos la vuelta y colocamos en el centro un poco de cabello de ángel.
Cerramos el borrachuelo y con cuidado sellamos bien con los dedos la unión para que al freírlos no se nos salga el relleno. Hay quien le gusta hacerlo con un tenedor exactamente igual a cómo se suele hacer con las empanadillas.
Vamos colocando todos los borrachuelos hasta que terminamos con toda la masa. Con las cantidades que os he puesto tenemos para dos platos grandes.
Calentamos el aceite de oliva suave. Debemos usar una sartén profunda y una gran cantidad de aceite ya que los borrachuelos deben sumergirse bien al freírlos.
Otro detalle importante a tener en cuenta es la temperatura del aceite. Nunca debemos freírlos a fuego fuerte ya que en ese caso se dorarían demasiado pronto y en el interior quedarían crudos. Mientras los freímos debemos controlar siempre el aceite. No os preocupéis porque los primeros no queden bien, eso es normal cuando hacemos dulces de sartén.
Una vez fritos los colocamos en un plato sobre papel de cocina.
Estando aún bien calientes los emborrizamos en azúcar y los vamos colocando en un plato.
También existen los borrachuelos de miel. En ese caso debemos hacer un almíbar con miel de abejas y agua (las cantidades son mitad de miel y un cuarto de agua que llevamos a ebullición en un cazo). Una vez fritos, los pasamos por el almíbar y los colocamos en una rejilla para que escurran.