Y, mira, casualidades de la vida, le han encantado y me ha pedido que las repita.
Se llaman brookies porque son una mezcla entre un brownie y una cookie. ¿No os lo creéis? Pues vais a tener que hacer una buena hornada para comprobarlo porque sí, en una misma galletas encontraréis el sabor intenso a chocolate y la textura jugosa de un brownie y el toque crujiente de una cookie.
Sin más, y para demostrároslo, aquí va la
receta de las brokies {brownie + cookie}
Para la parte de brownie:
80 g. de mantequilla
135 g. de azúcar blanquilla
1 huevo
70 g. de harina
30 g. de cacao puro (tipo Valor que, sin duda, es el mejor)
1/2 cucharadita de levadura (impulsor tipo Royal)
Para la parte de cookie:
80 g. de matequilla
135 g. de azúcar
1 huevo
130 g. de harina
1/2 cucharadita de levadura
opcionalmente: chips de chocolate (yo no los usé)
Observación previa: la mantequilla ha de estar a temperatura ambiente (en pomada) para que esté manejable y no nos resulte complicado hacer la masa. Tendremos que sacarla con cierta antelación del frigorífico, pero si se nos olvida o no tenemos tiempo, podemos utilizar un truquillo: podemos calentar la mitad de la mantequilla en el microondas, sin que llegue a derretirse del todo. Luego, la mezclaremos con el resto de la mantequilla aún fría, trabajándola con un tenedor o con un batidor de huevos para que la parte caliente se integre con la fría y conseguir así, una textura idónea para hacer las galletas.
Primero prepararemos la masa de las cookies: Mezclamos la mantequilla en pomada con el azúcar, ayudándonos de unas varillas manuales.
Cuando esté bien integrada, añadimos el huevo. Mezclamos bien.
Una vez conseguida una masa homogénea, incorporamos la harina y la levadura y mezclamos hasta conseguir una masa que no se pegue a la superficie de trabajo ni a las manos.
Si queremos, añadimos los chips de chocolate y reservamos. Si hace mucho calor, podemos guardar esta masa en el frigorífico mientras trabjamos la siguiente.
Preparamos la masa del brownie, siguiendo el mismo proceso: en primer lugar mezclamos mantequilla y azúcar, con ayuda de unas varillas. Añadimos el huevo y, posteriormente la harina, el cacao y la levadura.
Precalentamos el horno a 180º, forramos una bandeja de horno con papel parafinado o con una lámina de silicona.
Formamos las galletas: tomamos una porción de masa de cookie, estiramos con las manos formando un churrito; tomamos otra porción de masa de brownie y formamos otro churrito. Trenzamos ambos churritos y les damos forma de galleta.
Los distintos tipos de masa deben de estar entrelazados, pero no mezclados, para que se distinga claramente una masa de otra.
También podemos usar la técnica de la cachorrita pequeña que me ayudó con estas galletas: hacer una bola con cada tipo de masa, aplastarlas y colocar una encima de otra: obtendremos una galleta que por un lado es blanquita y por otro chocolatada, pero el contrate al morderla será el mismo: mezclar las texturas y los sabores.
Colocamos las galletas ligeramente separadas unas de otras (llevan levadura y crecerán un poco en el horno) sobre la bandeja y horneamos a 180º, calor arriba y abajo sin aire, durante unos 10 minutos o hasta que comiencen a dorarse por los bordes.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla hasta que se enfríen.
Se conservan perfectamente durante varias semanas en una caja de lata, ¡si os duran!
Como veis, se trata de unas galletas súper ricas y muy facilonas de preparar. Los cachorritos estarán un rato entretenidos en la cocina porque ellos mimos pueden hacer todo el proceso, salvo la parte del horno.
No dejéis de probarlas, veréis que merienda tan rica tendréis con poco esfuerzo.
Otras galletas de este blog:
Galletas de avena
Galletas suecas especiadas
Galletas vienesas