Hoy tenemos una bomba explosiva, hipercalórica, americanada a más no poder, pero terriblemente deliciosa y adictiva llamada Brookies. A veces, me da por hacer semejantes proezas en la cocina, gracias a la navegación virtual por diversos blogs, que son los que me dan, muchas veces, las ideas. ¡Benditos blogs de cocina!
Muchos os preguntaréis, ¿qué son los Brookies? Pues bien, se trata de la combinación de un brownie con cookies. Es decir, la simbiosis perfecta entre dos de los dulces que más me gustan. El resultado es una increíble tarta o quizás es más un bizcocho, aunque claro lleva galleta… En fin, da igual, lo importante es que está de muerte.
INGREDIENTES:
Para el bownie:
100g de azúcar.
75g de mantequilla.
150g de cacao.
2 huevos.
50g de nueces.
75g de harina.
Para las cookies:
1 huevos.
100g de mantequilla.
100g de azúcar blanco.
100g de azúcar moreno.
100g de chocolate.
1 cucharada de esencia de vainilla.
155g de harina de repostería.
1/2 cucharada de levadura.
1º. Hacemos ambas recetas a la vez. Por un lado, mezclamos todos los ingredientes del brownie y por otro, todos los de las cookies o también denominadas como galletas con chips de chocolate. Luego cogemos un molde y lo forramos con papel de horno. Vertemos primero la mezcla del brownie y a continuación la masa de las cookies.
2º. Ponemos el horno a 180º para que se vaya calentando, tanto por arriba como por abajo. Como siempre os digo, cada horno es un mundo y tenéis que estar pendientes. Después, metemos al horno nuestra mezcla durante 20 minutos.
3º. Según la masa se va cociendo, vamos comprobando de vez en cuando (con el típico palito de aluminio o el cuchillo), si estA se va haciendo por dentro. Una vez salga limpio el cuchillo es hora de sacarlo del horno y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Como resultado queda una tarta que es jugosa y blandita por abajo y más seca y crujiente por arriba. Es decir, una combinación entre bizcocho y galleta. Tan sencillo como eso.
En mi caso opté por un molde rectangular para poder cortarlo en pequeños cuadrados y combinarlos con helado de vainilla. Además, podéis añadirle virutas de chocolate o nata montada (crema de leche) con sirope de caramelo. En definitiva, podréis hacer multitud de combinaciones.
.