Un postre que necesita poca presentación y que hace las delicias de los enamorados del chocolate, siendo más denso y jugoso que el clásico bizcocho, y sumando el aporte de las nueces, hace que logremos el punto crujiente en cada bocado. Es muy sencillo de elaborar y el resultado, espectacular.
Ingredientes
300 g de chocolate negro (cantidad mínima de cacao 52%)
3 cucharadas de cacao en polvo puro
200 g de mantequilla
4 huevos L
180 g de azúcar moreno de caña
3 cucharadas de azúcar avainillado
150 g de harina de trigo
100 g de nueces
1 pizca de sal
Elaboración
Cubrimos un molde desmontable con papel vegetal de hornear, tanto la base cómo los laterales.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Ponemos la mantequilla y el chocolate troceado ó en pepitas en un cuenco y lo ponemos en el microondas unos 2 minutos parando el microondas cada 30 segundos para asegurarnos que no se quema el chocolate. Mezclamos bien.
Troceamos las nueces con la ayuda de un robot de cocina ó bien con un cuchillo con mucho cuidado. No es necesario que queden muy trituradas.
Ponemos los huevos y el azúcar en un cuenco amplio y batimos con la batidora ó con unas varillas. Cuando esté completamente batido añadimos las nueces previamente troceadas.
Incorporamos la mezcla de mantequilla y chocolate que tenemos reservada y volvemos a mezclar hasta que estén perfectamente integrados con el resto de ingredientes. Añadimos el chocolate en polvo y la harina, previamente tamizados y volvemos a mezclar todo.
Echamos la mezcla en el molde que hemos cubierto con papel vegetal.
Horneamos a media altura unos 25 minutos. Pasado este tiempo apagamos el horno y dejamos el brownie dentro 4 minutos más.
Sacamos el molde del horno y dejamos atemperar por lo menos 20 minutos.
Retiramos el brownie del molde.
Emplatamos y a disfrutar.