Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Por aquí el viernes cayó la primera nevada, estuvo todo el día nevando que la mayoría de gente de clase se tuvo que ir porque sino no iban a poder volver a sus pueblos. Aunque la tienda y mi casa están en el centro de la ciudad y por lo tanto no había tanta nieve en la escuela que está a las afueras sí que cuajó bastante. Y yo que nunca me ha gustado la nieve no he parado de sacar fotos y es que hacía muchos años que no veía nevar.
Vamos que diciembre empezó de lo más invernal. Y viendo todo blanco por la nieve y que este año estoy más navideña de lo normal, al vivir completamente sola por primera vez me hace ilusión decorar la casa, este año durante todo el mes va a ver recetas navideñas. Y no sólo una receta por semana sino que habrá dos recetas, los lunes y los jueves, para que tengais un montón de opciones para estar fechas.
La receta de hoy la he sacado de uno de los programas de Anna Olson de canal cocina y es que mi padre y yo somos fans de ella y los fines de semana comíamos viendo su programa. Nunca había oído o había visto un Buckle, pero es una receta muy fácil de hacer que además sale riquisima. Es la receta perfecta para tomar con el café. Aunque el bizcocho es denso gracias a las frambuesas y los arándanos no es nada pesado.
Ingredientes bizcocho (molde 24 cm)
200 g de harina
190 g de azúcar
125 g de frambuesas
110 ml de leche
75 g de arándanos
55 g de mantequilla pomada
25 g de maizena
2 cucharaditas de levadura
1 cucharadita de pasta de vainilla
1 huevo
Ingredientes crumble
80 g de azúcar
55 g de mantequilla fría
55 g de harina
1/4 cucharadita de jengibre
1/4 cucharadita de canela
Lo primero que haremos será el crumble. Para ellos ponemos todos los ingredientes en un bol y los frotamos con las manos hasta tener una especie de migas. Si tenéis las manos muy calientes lo podéis hacer con la ayuda de dos cuchillos. Reservamos en la nevera.
Precalentamos el horno a 180º.
Mezclamos el huevo con el azúcar con la ayuda de una batidora hasta que aumente de volumen.
Añadimos la mantequilla pomada.
Echamos la pasta de vainilla.
Incorporamos la harina, la maizena y la levadura intercalándola con la leche.
Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y añadimos la fruta por encima.
Espolvoreamos el crumble por encima.
Horneamos 45-50 minutos.
Dejamos que enfrie 10 minutos sobre una rejilla antes de desmoldarlo.
Se puede comer tanto frío como caliente. De las dos maneras está riquísimo. Lo podéis acompañar con un poco de helado.
El miércoles me voy a Lisboa tres días y estoy impaciente, será mi primer viaje sola. Así que si teneis alguna recomendación será bienvenida. La entrada del jueves estará programada, pero espero poder contaros todo el lunes que viene.
Feliz semana :)