Buenos días, ¿qué tal ha ido la semana?
Aquí está haciendo mucho calor y yo ya lo empiezo a notar el cansancio y el aplatamiento, pero bueno yo aún así sigo horneando.
Me hace mucha gracia la gente que me pregunta qué tal la vuelta a Vitoria, si no se me hace duro volver a vivir en una ciudad pequeña después de vivir tanto tiempo en Barcelona y luego en Londres. La verdad es que no me está costando mucho, pero sí que es cierto que hay una cosa que me hace gracia y a veces me saca un poco de quicio. Mucha gente cuando entra a la tienda me pregunta si se puede pagar con tarjeta y se sorprende cuando le digo que sí. Y es que aquí hay muchos negocios y bares que no dejan pagar con tarjeta sea el importe que sea.
Después de vivir en Barcelona y en Londres esto me sigue chocando un poco, en Barcelona por lo general no había problema en pagar con tarjeta y en muy pocos sitios te pedían un importe mínimo. Pero en Londres prácticamente no usaba dinero metálico y es que allí se puede pagar todo con tarjeta y el dinero en metálico se usa poco. Así que me tengo que volver a acostumbrar a llevar dinero en la cartera y no depender de la tarjeta para todo.
Últimamente estoy comiendo a menudo pollo con curry, cuando estaba en casa de mis padres la lata de leche de coco la usábamos en una vez, pero estando sola sólo uso una parte y como no dura mucho abierta me puso a investigar recetas con ella. Como es un plato que me gusta mucho seguro que pronto veis más recetas con esta leche.
Tengo que deciros que no sabe a coco, a mi no me gusta el coco y este bizcocho me ha encantado. La leche le aporta una jugosidad increíble y si estas acostumbrado a tomar esta leche te recordará el sabor, pero es difícil sacar a qué sabe.
Ingredientes
220 g de harina
15 g de levadura (1 sobre)
30 g de maizena
250 g de azúcar
3 huevos
80 g de aceite
180 g de leche de coco (la que viene en lata)
100 g de azúcar glas + leche
Precalentamos el horno a 175º.
Mezclamos la harina, la levadura y la maizena y tamizamos. Reservamos.
Mezclamos la leche y el aceite y reservamos.
Batimos los huevos junto al azúcar.
Añadimos la mezcla de las harinas intercalada con la mezcla de la leche y el aceite.
Terminamos revolviendo con una espátula para que la masa no tenga mucho aire.
Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y horneamos 45 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar 10 minutos antes de desmoldar.
Mientras preparamos el glaseado mezclamos el azúcar con la leche poco a poco hasta que tenga la consistencia que queremos.
Una vez este el bizcocho frío vertemos por encima el glaseado.
Feliz semana :)