Un bizcocho muy fácil de hacer, con una miga tierna y esponjosa y un sabor increíble, perfecto para desayunar o merendar con la familia, un bizcocho que resulta muy vistoso cuando tenemos invitados en casa.
Espero que os animéis a probarlo y os guste tanto como a mí!
(Estás cantidades son para un molde de corona de 24 cm)
Ingredientes:
330 grs. de harina de trigo (180 gramos para la mezcla de vainilla y 150 gramos para la mezcla de chocolate).
300 grs. de azúcar.
200 grs. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
4 huevos L.
1 Cdta. de pasta o extracto de vainilla.
14 grs. de levadura química o polvos de hornear (7 gramos para cada una de las mezclas).
30 grs. de cacao puro en polvo (sin azúcar).
250 ml. de leche entera (125 ml. para cada una de las mezclas).
Una pizca de sal.
Preparación:
Batimos la mantequilla junto con el azúcar y la pizca de sal a velocidad media, 5 minutos.
Añadimos los huevos de uno en uno (cuando se haya integrado el primero añadiremos el siguiente).
Dividimos la mezcla en dos partes iguales (360 gramos cada una de las mezclas), a una de las mezclas le agregamos la vainilla y batimos hasta integrarla, seguidamente añadimos 180 gramos de harina junto con 7 gramos de levadura tamizadas y batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlas, mientras batimos incorporamos 125 ml. de leche, reservamos.
A la otra mezcla le añadimos 150 gramos de harina junto con 7 gramos de levadura y el cacao en polvo tamizados, batimos a la velocidad más baja que tenga la batidora hasta integrarlos, mientras batimos incorporamos 125 ml. de leche.
Engrasamos el molde y vamos echando cucharadas de cada masa, empezaremos con la de vainilla y seguidamente la de chocolate y seguimos así alternándolas hasta acabar con las masas.
Damos unos golpesitos al molde sobre la encimera para asentar la masa, alisamos la superficie y con un palito de brocheta hacemos pequeños remolinos en la masa, así conseguiremos un efecto marmolado.
Metemos en el horno precalentado a 180° grados, 60 minutos aproximadamente.
Comprobamos que está hecho pinchando con un palito, debe de salir limpio de no ser así, dejamos unos minutos más.
Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla 15 minutos, luego lo desmoldamos sobre la rejilla y dejamos enfriar por completo.
Una vez frío, ya lo tendremos listo para disfrutarlo con un buen café.