Hola a todos, con la llegada del buen tiempo voy a procurar poneros recetas sencillas pero que a la vez sean apetitosas y que nos puedan sacar de un apuro en un momento determinado. Hoy os traigo un aperitivo en apariencia sencillísimo que tiene un contraste de sabores y textura realmente sorprendente y que combina con acierto los productos del mar y de la tierra.
Ingredientes:
8 rebanadas de pan
1/2 kg de brevas
8 anchoas en salazón
4 cucharadas de vinagre
4 cucharadas de aceite
1 cucharada de zumo de limón
Preparación:
Abre las anchoas por la mitad bajo el agua del grifo, y sácales las espinas, limpia bien de sal los lomos y elimina todas las espinas que puedas. Coloca las anchoas en un plato hondo y cúbrelas con un poco de agua y el vinagre. Déjalas reposar durante media hora como mínimo. Pasado este tiempo, lávalas de nuevo, colócalas en otro plato y cúbrelas con abundante aceite de oliva de buena calidad. Déjalas reposar media hora más (estos pasos te los puedes ahorrar si compras unas anchoas envasadas de buena calidad). Tuesta las rebanadas de pan y mientras, elimina la piel de las brevas y machácalas con un tenedor en un cuenco hondo, añade las 4 cucharadas de aceite y las del zumo de limón, hasta conseguir una pasta homogénea. Distribuye esta pasta sobre las tostadas y coloca una anchoa encima de cada una de ellas.
Para acompañar este aperitivo, podemos tomar tanto un vino blanco, como una buena cerveza bien fría.
Fuente: este post proviene de La cocina de Catina, donde puedes consultar el contenido original.
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